Netanyahu y Gantz no lograron formar Gobierno tras los comicios de abril y septiembre, y volverán a enfrentarse en marzo debido a un bloqueo político sin precedentes en el país
El Político
El bloqueo político sentencia una legislatura de la Knésset de 69 días, pocas negociaciones y muchas acusaciones en una interminable campaña electoral.
Más incluso que el 9 de abril y 17 de septiembre de este año, la agria batalla del próximo 2 de marzo girará en torno a la figura del primer ministro en funciones, Benjamin Netanyahu. En sus momentos más críticos desde que asumiera el poder en el 2009, el llamado ‘King Bibi’ de la política israelí afronta tres duros exámenes: las primarias en el Likud ante Gideon Saar a finales de mes, las generales ante el líder del partido centrista Azul y Blanco, Benny Gantz, y la imputación por corrupción.
En los tres frentes interconectados, lucha denunciando "una persecución política sin precedentes" contra él y la derecha por parte de la Fiscalía, medios e izquierda.
Se disuelve la Knésset
Tras los fracasados intentos de Netanyahu y Gantz de formar Gobierno por separado y entre ellos, la vigésimo segunda Knésset se disuelve al terminar el plazo de 21 días en los que nadie ha logrado la firma de 61 de los 120 legisladores.
Gantz (33 escaños, uno más que el Likud) y Netanyahu (bloque superior pero insuficiente de 55 diputados) no han sabido o querido coser una coalición pese al daño económico y la desesperanza de los ciudadanos cada vez más divididos.
Además, los sondeos no pronostican significativos cambios. "Hemos fracasado. ¡Qué locura!", han admitido varios diputados en los pasillos del Parlamento en Jerusalén.
Los israelíes acudirán a la nueva cita electoral porque sus políticos han cumplido sus promesas. Gantz mantuvo su palabra de no estar en un Gobierno de rotación con un ‘premier’ acusado de soborno (a cambio de una favorable cobertura informativa), mientras Netanyahu no ha abandonado a los dos partidos ultraortodoxos y el pequeño bloque nacionalista y ha insistido en ser el primero en la rotación al menos en los primeros seis meses.
Likud alega sus 13 años de experiencia y la voluntad de aplicar la soberanía sobre el Valle del Jordán (Cisjordania), aprovechando su estrecha relación con el presidente Donald Trump. Pero a nadie se le escapa que le urge ser primer ministro durante el proceso burocrático y judicial. La ley le permite seguir siéndolo hasta que haya una sentencia judicial definitiva pero no ser un ministro más. Con la pregunta de si pedirá o no inmunidad, Netanyahu logra con las nuevas elecciones mantenerse en el poder hasta abril como mínimo.
LA "VENGANZA" DE LIEBERMAN
Uno de los grandes obstáculos para que Netanyahu forme gobierno ha sido su ex socio Avigdor Lieberman. Ideológicamente en la derecha laica militante, el líder de Israel Beitenu dimitió hace un año como ministro de Defensa alegando la "rendición de Netanyahu ante los ataques de Hamas desde Gaza". Desde entonces, Lieberman se niega a "volver" al bloque derechista, al oponerse a la alianza con los partidos religiosos y reclama un Gobierno de unidad secular.
"Netanyahu y Gantz no han aparcado su ego para evitar otra vez elecciones prescindibles", acusa. En el Likud afirman que "el irresponsable Lieberman sólo quiere vengarse de Netanyahu".
Antes del2 de marzo Netanyahu debe resolver sus desencuentros con Likud, donde por primera vez en una década tiene oposición encabezada por Saar, que avisa: "No ha conseguido formar Gobierno ni lo logrará. El Gobierno de derechas está en peligro con él".
Tras no lograr el acuerdo entre Netanyahu y Gantz, el presidente Reuven Rivlin citó el famoso estribillo "no queremos dormir, queremos volvernos locos" del fallecido compositor Haim Hefer para recriminarles:
"Queridos, parece que no han dormido en meses y parece que simplemente quieren volverse locos. Si es lo que quieren, enloquezcan, pero ¿por qué arrastrar con ustedes a todo el pueblo de Israel?".
Tercera elección
Israel tendrá su tercera cita electoral consecutiva en menos de un año, estancado en un bloqueo político y con un primer ministro en funciones acusado de corrupción.
Con la finalización la medianoche de este miércoles del plazo que ha tenido el Parlamento (Knéset) para elegir sin éxito a un candidato a formar Gobierno, la Cámara queda disuelta y la convocatoria de elecciones es automática y deberán celebrarse en un plazo de 90 días (10 de marzo).
Los diputados siguieron debatiendo, pasada ya la medianoche, una ley -pactada entre Likud y Azul y Blanco (Kajol Laván) y aprobada en primer lectura- para fijar el próximo 2 de marzo como fecha electoral y evitar que la jornada coincida con festividades judías.
Estába previsto que la votación final se llevaría a cabo durante la madrugada.
Tras los comicios de septiembre, Benjamín Netanyahu fue el primero en fracasar en formar Gobierno seguido de su rival centrista, Benny Gantz, y la Knéset ha tenido un último intento para designar un candidato a primer ministro y evitar así la repetición electoral.
Siguieron las acusaciones
Netanyahu y Gantz se acusan mutuamente del bloqueo político que vive el país desde las elecciones de abril, con una Cámara sin mayoría de bloques, composición que se volvió a repetir tras los comicios de septiembre.
En esta ocasión, además, se suma la situación legal del primer ministro, que el pasado noviembre fue acusado por el fiscal general del Estado de cohecho, fraude y abuso de confianza.
Algunos medios publicaron que Netanyahu estaría dispuesto a no solicitar la inmunidad para llegar a un acuerdo de formación de gobierno en el último minuto entre su partido Likud y la formación Azul y Blanco de Gantz.
Pero este se opone a que Netanyahu asuma el primer término de la jefatura de un Ejecutivo de unidad estando acusado.
"Intentaron hacer todo lo posible para formar un gobierno minoritario con los partidarios del terrorismo Ayman Odeh y Ahmed Tibi (de la Lista Unida, que busca representar a la población árabe) y también fracasaron", reprochó Netanyahu al líder de Azul y Blanco.
"Solo hay una cosa que hacer y es ganar y ganar a lo grande, y eso es lo que haremos", dijo Netanyahu sobre la próxima cita electoral.
Los últimos sondeos arrojan resultados similares a los comicios de septiembre con una ventaja mayor en número de diputados para Azul y Blanco (37) por encima del Likud (32).
Netanyahu comprometido
El Likud aprobó celebrar primarias para el próximo 26 de diciembre, lo que podría retar el liderazgo de Netanyahu e impedir que vuelva a ser cabeza de lista en las próximas elecciones.
Además, está por despejarse la duda legal de si Netanyahu puede recibir el encargo de formar Ejecutivo, ya que es la primera vez en Israel que un primer ministro es acusado mientras ostenta el cargo.
La democracia parlamentaria tendrá que renovarse
EFE. El Mundo y Aurora