Si bien el mundo entero tras medio superar los efectos del coronavirus, ha tenido que enfrentar el problema de la falta de energía, fundamentalmente el gas natural, en Europa adquiere el nivel de dramatismo incontrolable.
El Político
"Europa está asistiendo a una tormenta perfecta en su mercado de gas natural", explica Simone Tagliapietra, miembro del grupo de reflexión económica Bruegel, con sede en Bruselas. Confluyen una combinación de factores tanto del lado de la oferta como de la demanda.
Europa ha tenido un invierno más frío, por lo que la gente calienta sus casas durante más tiempo del habitual.
Esto, unido a la eliminación progresiva del carbón, y a un mal año para la producción eólica, ha aumentado la necesidad de gas natural.
Eliminado el campo de gas de Groningen
El principal productor nacional de gas natural de Europa, los Países Bajos, comenzó a eliminar su principal campo de gas Groningen en 2018.
El porcentaje de gas en funcionamiento almacenado se sitúa ahora en el 74% en Europa. En comparación con el año pasado por estas fechas, cuando estaba en el 94%, según datos de Gas Infrastructure Europe.
El gas natural no solo representa una quinta parte de la electricidad de Europa, sino que también se utiliza para calentar y cocinar. En 2018, fue alrededor del 45% de la energía utilizada para calentar los hogares en el bloque.
En Alemania y España, los precios en septiembre fueron tres o cuatro veces más que los promedios vistos en 2019 y 2020
Efecto en alimentación en Europa
Es ahora cuando Europa comienza a sentir que, sin hidrocarburos, no sólo se ve amenazado el suministro de energía, sino que la economía de los hidrocarburos se resiente.
Sin hidrocarburos, especialmente gas natural y petróleo, la alimentación y otros sectores primarios se verán muy afectados. Ya se han registrado los primeros cierres de empresas de fertilizantes y de acero.
Rusia ¿el salvador de Europa o el aprovechador?
Rusia fue el mayor exportador de gas natural a la Unión Europea en 2019 y 2020. Representó más del 40% de las importaciones de la UE.
Se estima que "Rusia podría hacer más para aumentar la disponibilidad de gas para Europa. Y garantizar que el almacenamiento se llene a niveles adecuados en preparación para la próxima temporada de calefacción de invierno".
A mediados de septiembre, Vladímir Putin aseguró que Rusia estaba "lista" para aumentar las exportaciones de gas a Europa.
"Si nos piden que aumentemos las entregas, estamos listos para hacerlo. Las estamos aumentando tanto como nos lo piden nuestros socios", afirmó el presidente de Rusia.
Nord Stream 2
Sin embargo, parece que el líder ruso Vladimir Putin tiene todas las cartas en la mano en lo que respecta al gas natural en Europa.
El gasducto ha costado 9.000 millones de euros. Tiene una extensión de 2.460 kilómetros. Transportará gas desde el Ártico hasta Alemania a través de las tuberías instaladas bajo el mar Báltico. Afecta a Polonia y Ucrania. Esto crea una amenaza para Ucrania y Europa Central en las dimensiones política, militar y energética,
“A Polonia siempre le ha preocupado la construcción de Nord Stream 2. Porque significa que Rusia puede cortar el suministro de gas que llega al país a través de Ucrania, sin necesidad de cortar el abastecimiento a Alemania”, asegura Aleks Szczerbiak, titular de Política y Estudios Europeos Contemporáneos de la Universidad de Sussex en Reino Unido.
Se teme que Moscú cierre este grifo como medida de presión. Ucrania y el Kremlin mantienen un conflicto abierto por la ocupación ilegal de Crimea y por el apoyo de Moscú a los separatistas en el este del país.
“Las propuestas hasta ahora para compensar este déficit son superficiales y no pueden considerarse suficientes para limitar efectivamente las amenazas creadas por NS2”. En un proyecto cuyo “único beneficiario es Rusia’‘, aseguran desde Polonia y Ucrania.
Fuentes: El Periódico de la Energía / EuroNews / DW / El País / El Mundo