Los países de la OCDE dedican una media del 21 % de su PIB a gasto público social, cifra que se eleva al 30 % en algunos como Francia y Finlandia y que desciende a menos del 12 % en otros como México y Corea del Sur, informó hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
El porcentaje, que en España se sitúa en el 24,6 %, se mantiene en un nivel históricamente alto y se dedica principalmente a las pensiones y la sanidad.
Así, a las pensiones se destina de media en la OCDE el 8 % del PIB, dos puntos más que el porcentaje dirigido a la sanidad, y a gran distancia del otorgado a los beneficios familiares (2,1 %) o al paro (0,9 %).
La OCDE precisó que el gasto social varía con la evolución de la actividad económica, lo que se traduce en que, en países con un alto nivel de desempleo, como Grecia, Irlanda o España, el presupuesto destinado a financiar el subsidio de los parados ronde el 2 % del PIB.
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El organismo recordó también que, entre 2010 y 2013, se introdujeron medidas para ralentizar el incremento del gasto en pensiones, como un aumento gradual de la edad de jubilación en países como Grecia, Italia o España, peores condiciones en las prejubilaciones o pensiones más reducidas.
En las principales áreas de política social, más allá de las pensiones, el aumento medio del gasto desde 2009 se ha limitado a menos del 1 % al año y ha experimentado recortes de alrededor del 3 % anual entre 2013 y 2014 en países como Grecia, Irlanda, Portugal o España, en línea con sus medidas de consolidación fiscal.
La OCDE aclaró que, cuando se incluye el sistema tributario y el gasto privado, que en Estados Unidos se eleva a cerca del 11 % del PIB, frente a la media del 2,7 % en la OCDE, las diferencias en el desembolso total disminuyen entre los diferentes países.
Ese ránking total neto, con una media del 21,4 % del PIB en la OCDE, sigue liderado por Francia, con un 31,2 %, y mantiene a México como último país, con un porcentaje del 7,3 %, mientras que en España se destina el 23,7 %.
Con información de EFE