Las medidas de flexibilización hacia Cuba tomadas por el presidente Barack Obama han tenido un impacto mínimo en la economía, realidad que se mantendrá intacta mientras persistan las prohibiciones al comercio bilateral contenidas en el bloqueo o embargo de Estados Unidos hacia la isla, según el gobierno cubano.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo que entre abril de 2015 y marzo de 2016 el bloqueo o embargo económico causó daños al país por unos $4,680 millones, dando al traste con la impresión generalizada de que las medidas económicas de Obama han sido un aliciente para los cubanos.
“No ha habido mayor impacto económico de las medidas ejecutivas tomadas y no podrá haberlo hasta que se modifique el bloqueo”, dijo Rodríguez, quien dio como ejemplo que el levantamiento de las restricciones al uso del dólar por parte de Cuba, anunciado por Obama en marzo pasado, no ha logrado ser puesto en marcha en la práctica.
El ministro dio una rueda de prensa en La Habana en la cual presentó el informe sobre los efectos del embargo que acompaña al tradicional pedido de fin de dicha política, el cual Cuba ha presentado por 24 años seguidos ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que ha sido formalizado una vez más este viernes en Nueva York.
“No dejamos de reconocer los progresos entre las relaciones entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, pero las afectaciones incluyen, la alimentación, la industria biofarmacéutica, el comercio exterior y la cooperación internacional entre otros”, sostuvo el canciller cubano.
Cuba estima que el efecto acumulado del bloqueo en su economía ronda los $753,688 millones si se toma el precio del oro como referencia y los $125,873 millones si se usan los precios económicos corrientes.
Sumas de dinero que son enormes y que están en un ejercicio de discusión entre ambos países como parte del proceso de compensaciones mutuas que debe ocurrir como parte de la ruta a la normalización de las relaciones bilaterales.
El bloqueo o embargo, vigente desde 1962, sigue, sin embargo, como el principal obstáculo para que estas naciones puedan, de una vez y por todas, tener vínculos políticos y comerciales normales. “No hay sector en Cuba que no sufra los efectos del bloqueo”, dijo Rodríguez.
“La aplicación de esta política afecta los servicios, la salud, la educación, la economía, los precios, los salarios, la alimentación y la seguridad social. No hay elemento en la vida cotidiana del cubano en que no esté presente el impacto del bloqueo”, agregó. Rodríguez aceptó que su gobierno ha cometido “errores” que han provocado problemas en la economía del país, pero fue enfático en señalar que el bloqueo o embargo ha sido el mayor causante de las dificultades económicas en Cuba.
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“El levantamiento del bloqueo tendría implicaciones inmediatas para Cuba”, sostuvo elministro cubano.
“No tengo la menor duda de que el bloqueo tiene los días contados. No sé cuántos días, pero el bloqueo es una pieza del pasado… Anacrónica, anclada en la guerra fría”.
Rodríguez llamó al Congreso de Estados Unidos a actuar conforme a la voluntad del pueblo estadounidense, el cual, a su juicio, está mayoritariamente a favor del fin del embargo y de un cambio general en la política estadounidense hacia Cuba.
Criticó duramente que haya congresistas impulsando medidas para, por ejemplo, detener los vuelos comerciales que se han reanudado entre ambos países tras más de 50 años de quiebre del puente aéreo.
Denunció que, a pesar del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países, se apliquen a Cuba legislaciones unilaterales, como la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917.
“¿Tiene sentido que Estados Unidos considere a Cuba su enemigo?”, preguntó Rodríguez de manera retórica.
Una pregunta que va al tuétano de esa controvertida relación, pues si bien para las gradas se han dicho muchas cosas desde que en diciembre de 2014 se anunció el deshielo entre Cuba y Estados Unidos, la realidad es que todavía queda mucho muro por derrumbar para que estos dos vecinos lleguen a ser “amigos”, con todo lo que esa palabra implica.
Con información de El Nuevo Día