El Político.- El abastecimiento del sector alimentario se ha visto claramente afectado por la ausencia de productos básicos como la harina de maíz, el azúcar o el arroz. Muestra de ello fueron las largas colas que se crearon en cada ciudad y estados del país, por la búsqueda de comida para llevar a la mesa en los hogares venezolanos. Algunos rubros han aparecido, pero los precios que traen hace desear que volvieran a desaparecer.
Con el motor productivo paralizado y dependiendo de muy pocas empresas para abastecer el mercado de alimentos, el Gobierno Nacional, así como las empresas privadas han tenido que acudir a las importaciones para tener algo que mostrar y vender.
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— El Político (@elpoliticonews) September 8, 2017
Tal es el caso del arroz Londrina que llegó a los abastos criollos con un precio que se pudiera catalogar como ridículo ya que el mismo equivale varios tres días de salario mínimo para poder adquirirlo a un precio de 19.230 bolívares.
Si bien es reconfortante ver que los anaqueles empiezan a llenarse de productos pero la desolación se apodera al ver los precios que se deben pagar por ellos. También es cierto que en la alimentación no se debe escatimar, pero también es una realidad que no todas las familias tienen las posibilidades de costear productos a esos costos.