Son 11 los muertos y seis heridos por un ataque xenófobo. Fue en una ciudad cerca de Frankfurt, donde un hombre que prodigaba el odio por internet pasó en auto y abrió fuego contra un bar y mas tarde contra otro. Más tarde fue hallado muerto en su casa junto al cuerpo su madre.
El Político
El hombre inició su ataque a las 22 del miércoles en el centro de la localidad de Hanau, donde mató a varias personas al disparar contra un bar de pipas de agua y un café cercano, y luego se trasladó 2,5 kilómetros y abrió fuego otra vez, contra un auto y una tienda deportiva, provocando más víctimas, dijo el fiscal general alemán, Peter Frank.
La matanza llega en medio de crecientes temores a la violencia de extrema derecha en una nación aún atormentada por su pasado nazi, y de esfuerzos cada vez más importantes por reprimirla, como la detención de la semana pasada de unas diez personas sospechosas de planear ataques contra políticos e integrantes de minorías.
Los nueve muertos, todos de entre 21 y 44 años, tenían "ascendencia inmigrante", aunque algunos eran ciudadanos alemanes, dijo el fiscal general en conferencia de prensa, y agregó que otras seis personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad.
El cuerpo de su madre, de 72 años, fue hallado también en el mismo lugar y se presume que fue muerta por su hijo antes de que éste se suicidara, agregó el fiscal, citado por la agencia de noticias alemana DPA.
El autor del tiroteo de Alemania tenía licencia de armas porque había pertenecido a un club de tiro y practicaba el deporte de la caza. Eso explica sin duda la precisión de sus disparos cuando anoche salió a la caza de extranjeros. Los buscó en su hábitat natural, dos bares en los que se fuma shisha y frecuentados por extranjeros, una categoría «a eliminar», según ha dejado Tobias, escrito en un manifesto de 27 páginas en el que justifica la exterminación de un buen número de etnias.
"Los siguientes pueblos deben ser exterminados por completo: Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Siria, Jordania, Líbano, todo la península Arábiga, Turquía, Irak, Irán, Kazajastán, Turkmenistán, Uzbekistán, India, Pakistán, Afganistán, Bangladesh, Vietnam, Laos, Camboya y Filipinas", escribió.
Formado como administrador de empresas y con experiencia laboral en el sector de la banca, el asesino de Hanau (Alemania) vivía con su madre de 72 años, a pesar de que había cumplido ya los 43.
Pasaba muchas horas al día en Internet, donde alimentaba sus opiniones radicales y paranoicas de carácter xenófobo. En su opinión, no es suficiente identificar o separar del resto a ciertos grupos étnicos, ya que su existencia es «en sí misma un error fundamental».
Varios pueblos deben ser «completamente destruidos», en referencia a nacionalidades de Asia, grupos étnicos del norte de África e Israel. Especialmente agresivo se mostraba con los habitantes de Turquía y países árabes, a los que no deseaba ver en Alemania.
Estaba convencido de que era monitoreado por poderes opacos desde su nacimiento y en todas las fases posibles de su vida, por «una organización que opera sobre la base de un servicio secreto pero que no aparece oficialmente por su nombre».
Cuatro días antes de lanzarse al asesinato indiscriminado de extranjeros en la ciudad de Hanau, donde residía, publicó un vídeo en Internet en el que manifestaba su preocupación por determinadas teorías de conspiración. Dirigía un aviso en inglés, por ejemplo, a la población de Estados Unidos para advertir sobre la presencia en su territorio de supuestas bases militares subterráneas que consideraba una amenaza y en las que, denunciaba, «se maltrata y asesina a niños«. En estas bases, alertaba, «se da culto al diablo», por lo que llamaba a los estadounidenses a «despertar» y «luchar ahora«.
Peter R. Neumann, director del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización en el King’s College de Londres, considera a la luz de estos documentos que «el autor era xenófobo y que sentía un odio violento hacia personas de diferente raza o procedencia«. Aunque el Islam no se menciona por su nombre como enemigo, la selección de países hostiles también apunta a la islamofobia.
"Si no podemos expulsarlos, tendremos que eliminarlos"
«Odia tanto a los extranjeros como a los alemanes no arios y se refiere explícitamente a la teoría de la raza nacionalsocialista, justificando su llamada al genocidio con el argumento según el cual la ciencia muestra que algunas razas son superiores"«. Como él mismo dejó escrito, pensaba que «no alcanzo a entender el motivo por el que tengo que encontrar extranjeros en las calles de mi propio país» y «si no podemos expulsarlos, tendremos que eliminarlos».
En un mensaje solemne, la canciller alemana, Angela Merkel, expresó sus condolencias y confirmó que hay numerosos indicios que apuntan a una motivación “ultraderechista”, “racista” y de “odio a personas de otro origen”. “El racismo es veneno. El odio es un veneno que existe en nuestra sociedad y que es culpable de muchos crímenes”, dijo en el mensaje televisado.
La fiscalía general ha asumido el caso por su especial relevancia y considera que el presunto autor manejaba ideas “profundamente racistas”, que dejó plasmadas en un manifiesto. Las víctimas tenían entre 21 y 44 años. Según datos preliminares del ministerio público citados por Der Spiegel, entre los fallecidos había nacionales de Turquía (cinco, según su Embajada en Berlín), Rumania, Bulgaria, de doble nacionalidad alemana y afgana y de Bosnia. La comunidad kurda en Alemania también aseguró lamentar víctimas en el atentado.
El vicecanciller alemán, Olaf Scholz, pidió que lo sucedido en Hanau genere consecuencias políticas: “Nuestros debates políticos no pueden obviar el hecho de que hay terrorismo de ultraderecha en Alemania 75 años después de la dictadura nazi. Tenemos que defender nuestra democracia liberal”. Numerosos actos de carnaval se cancelaron y la Bundesliga guardará este fin de semana un minuto de silencio en los partidos.
El atacante, que poseía tres pistolas, dejó escrito uun relato biográfico en el que arranca con su nacimiento y explica cómo empezó a sentirse vigilado por los servicios secretos, con agentes “capaces de leer la mente”. Después, entra de lleno en ataques contra diversos grupos étnicos y concluye que expulsar a las personas procedentes de esos países no es la solución, así que aboga por “aniquilar” a pueblos enteros de hasta 24 países de África y Asia.
El autor compró el arma homicida por Internet en 2014. Su permiso de armas fue renovado el año pasado. Se trata del mismo tipo de pistola que compró en Internet el joven germano-iraní que mató en 2016 a nueve personas en Múnich.
El panfleto va acompañado de un vídeo de un minuto y 42 segundos en el que el supuesto asesino aparece con una chaqueta oscura y camisa blanca. En perfecto inglés se dirige “a todos los americanos”. Les advierte de que su país está dominado por “sociedades secretas invisibles” que controlan la mente y de que existen “bases militares subterráneas donde se abusa y se tortura a niños pequeños”. Tobias Rathjen sostiene que los medios de comunicación de masas “no tienen ni idea” y llama a informarse por otras vías para después pasar a la acción y luchar.
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Alcalde pide prudencia a un país consternado
El alcalde de Hanau, el socialdemócrata Claus Kaminsky, aseguró sentirse “muy afectado” y pidió a los ciudadanos que “no contribuyan a alimentar las especulaciones. La policía debe ahora clarificar los hechos y hasta entonces, debemos ser prudentes”. Hanau no es una localidad en la que las fuerzas extremistas tengan especial fuerza. En las pasadas elecciones generales, en 2017, el partido más votado fue el conservador, seguido del socialdemócrata y Alternativa para Alemania, AfD, obtuvo el 14% de los votos, muy por debajo de las cifras que la ultraderecha logra en el este del país.
El ataque terrorista de Hanau no es un caso aislado. El pasado octubre, un hombre abrió fuego contra una sinagoga en Halle, en el este del país, y mató a dos personas. En junio de 2019, el político conservador Walter Lübcke fue asesinado a tiros en la terraza de su casa por un ultraderechista, también en el Estado de Hesse. Entre 2000 y 2006, el grupo neonazi NSU mató a nueve extranjeros en el país. A todos ellos se refirió Merkel en su alocución.