Las preguntas sobre su edad han perseguido al ex vicepresidente Joe Biden durante las primarias demócratas y es algo a tomar en cuenta de cara a las elecciones de 2020, reseñó POLÍTICO.com.
El Político
Una tarde abrasadora y sin aire a mediados de agosto, en las afueras de Des Moines, en un lugar llamado Living History Farms, Joe Biden se paró frente a un viejo granero amarillo y habló con un par de cientos de personas sobre el pasado, reseña el reportero Michael Kruse.
"Creo que el comportamiento de esta administración ha despertado a toda una nueva generación para que se comprometa de maneras que tal vez no haya ocurrido antes", afirmó Biden, refiriéndose al presidente Donald Trump y al tumulto actual. "Como en mi generación, cuando salí de la escuela, cuando Bobby Kennedy y el doctor King había sido asesinado en los’70, uh, finales de los siete-cuando me comprometí, um, ya sabes, hasta ese momento, recuerda el, ninguna de ustedes mujeres sabrá esto, pero un par de hombres pueden recordar, que fue en una época a principios, finales de los ’60, y principios de los ’60 y principios de los ’60, donde se abandonó e ir a Haight-Ashbury, no te comprometas, no confíes en nadie de más de 30 años. Quiero decir, de verdad. Lo que les sucedió, a principios de los ’70, finales de los ’60, hubo toda una generación que dijo: ‘Basta’. La guerra en Vietnam estaba en marcha, y muchos de ustedes sirvieron en esa guerra, y estábamos luchando como el diablo para asegurarnos de que hubiera algo que se ocupara de la limpieza del medio ambiente, que apenas comenzaba. Estábamos en una situación en la que el movimiento de mujeres apenas comenzaba a moverse. Ya deberíamos haber aprobado la enmienda de la ERA mucho antes, pero esa era otra cuestión…"
Pegajosos y apretados en sillas de plástico, la torpe muchedumbre usaba parafernalia de campaña para avivar sus sudorosas caras. Pero al mencionar la Enmienda de Igualdad de Derechos, alguien empezó a aplaudir, y otros le siguieron, y los aplausos se sintieron como un acto de misericordia, dando a la característica discursiva Biden la oportunidad de restablecerse y a todos los demás la oportunidad de tomar un respiro y tal vez no pensar demasiado en el hecho de que el ex vicepresidente había fallado en una década las fechas de dos de los asesinatos más estresantes y consecuentes de la historia moderna de Estados Unidos.
Después de que Biden terminó de hablar, pasó la mayor parte de una hora mezclándose con los muchos que querían quedarse por ahí para seleccionar. Vestido con mocasines marrones, pantalones de color marrón y un cómodo polo azul marino que acentuaba la musculatura magra de sus brazos bronceados, trabajó la línea de la cuerda con vigor y aplomo de veterano, estrechando las manos, besando las mejillas y sonriendo para mostrar sus dientes, que son de un tono aún más brillante que el de su escaso cabello blanco.
Un joven miembro del personal con un portapapeles le preguntó a un hombre que estaba a mi alcance si quería comprometerse a participar en el caucus de Biden, detalla Kruse.
"Ya lo rellené", respondió el hombre. "Creo que lo hice en el 87″. La primera vez que Biden se postuló para presidente hace 32 años.
Este evento, como todos los eventos de Biden, no pudo evitar resaltar una de las realidades que definen su candidatura para 2020: El mes que viene, cumple 77 años. Su edad es el subtexto, y cada vez más el texto, no sólo de su candidatura, sino de las primarias del Partido Demócrata en su conjunto. A pesar de que la disminución de las cifras de las encuestas hace que pierda su estatus de favorito y de que el creciente fervor por Ucrania amenaza con cobrar un peaje colateral, la edad de Biden sigue siendo un tema de gran importancia.
Es un problema debido a la simple matemática: Sólo tres presidentes han servido en sus 70 años -Trump, Ronald Reagan y Dwight Eisenhower– y ningún presidente ha terminado nunca un mandato a la edad en que Biden comenzaría el suyo. Es un problema por las cosas que Biden ha dicho y hecho -sugiriendo, por ejemplo, que pensó que estaba en Vermont cuando en realidad estaba en New Hampshire, dejando caer esa frase digna de una mueca de dolor de cabeza de que su "tiempo se ha acabado" en el primer debate y, curiosamente, invocando a un tocadiscos en el último debate. Su hábito de toda la vida de flaquear, cometer errores y hablar con frecuencia de forma confusa ahora puede parecerse menos a "Joe siendo Joe" y más a un indicador ominoso de una pérdida progresiva de la agudeza mental.
Es un problema porque el propio Biden ha intentado de maneras a veces incómodas evitar que lo sea, invitando a un interrumpiente a correr con él durante un desfile y desafiando a un reportero a un partido de lucha libre. Y es un problema porque los oponentes, desde Trump ("Sleepy Joe") hasta los de su propio partido que intentan acabar con él, lo han convertido en un problema, desde Eric Swalwell diciendo que era hora de "pasar la antorcha" a Tim Ryan diciendo que está "declinando" a Julián Castro (dudoso) acusándole de "olvidar" cosas a Cory Booker repartiéndolas, hizo un ataque republicano y forrajero al declarar en CNN que "hay mucha gente que está preocupada por la habilidad de Joe Biden para llevar la pelota hasta el final sin perder el balón" y que "hay momentos en los que escuchas a Joe Biden y te preguntas".” Incluso el famoso y amable Jimmy Carter, que acaba de cumplir 95 años, hizo una evaluación franca, aunque poco útil, el mes pasado cuando dijo que no creía que podría haber manejado "las tareas que experimenté cuando era presidente" si hubiera tenido 80 años.
No se trata sólo de la edad de Biden, sino de la nuestra, y de la tensión entre una vasta cohorte de baby boomers que se han entrenado para creer que son tan viejos como se sienten y un par de generaciones impacientes que se alinean detrás de ellos, preguntándose cuándo van a tener la oportunidad de tomar el control. Y, sin embargo, se trata de mucho más que un simple número junto a un nombre. Nuestro sentido de quién es viejo en esta primaria se ha entrelazado con nuestro apetito por ideas nuevas y audaces. Después de todo, los tres principales demócratas en las encuestas tienen más de 70 años, pero es Biden, el centrista que aboga por un regreso a la época previa a Trump, quien más se está viendo afectado por su edad avanzada, y no Elizabeth Warren, que quiere un "gran cambio estructural" y que cumplió 70 años en junio. Hasta esta semana en la que tuvo que tener dos endoprótesis cardíacas implantadas, tampoco lo estaba Bernie Sanders, que sigue reclamando su "revolución" y que es, de hecho, a sus 78 años, el mayor de todos.
Fuente: POLÍTICO.com