Vargas Llosa y Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), han hecho un llamamiento contra las elecciones presidenciales que convocó Nicolás Maduro para el 20 de mayo.
En un año electoral clave para la región (además de Venezuela, también México, Brasil y Colombia elegirán presidente, entre otros), el representante de la OEA se ha declarado muy preocupado por la violencia en la campaña para los comicios del 1 de julio en México, en los que se elegirán a más de 3.400 cargos públicos . “Nos preocupan varios elementos en la elección mexicana. El primero es el asesinato de candidatos y líderes políticos en el país”, ha alertado el diplomático. “Va a un promedio de un asesinato de un candidato cada cuatro o cinco días, eso es un margen de violencia absolutamente inaceptable en un proceso electoral. Nos preocupa sobremanera”, ha subrayado.
Acusados de corrupción en PDVSA dispuestos a soltar la sopa en EEUU
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Almagro también se ha referido a la solicitud del oficialista PRI para que el organismo intervenga en la investigación sobre la venta de una nave industrial del candidato Ricardo Anaya, a quien el aspirante priista, José Antonio Meade, busca arrebatar el segundo lugar en los sondeos de las presidenciales, que encabeza el izquierdista Andrés Manuel López Obrador. Dos abogados han revelado que la compra se hizo a través de un esquema de lavado de dinero y los cuestionamientos por presunta corrupción en contra del candidato de Por México al Frente se han venido multiplicando. “Estamos en contra de la utilización política de esto, pero si es necesario investigar, es mejor investigarlo cuando es candidato que cuando es presidente”, ha afirmado el diplomático. “Creemos en la independencia del poder judicial, creemos que las investigaciones contra la corrupción tienen que hacerse en el momento que sea necesario. Nadie está inmunizado”, ha remarcado.
Con respecto al caso venezolano, Almagro ha afirmado que la candidatura presidencial del opositor Henri Falcón “beneficia al Gobierno”. Falcón, líder de un pequeño partido de la coalición opositora de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), exgobernador de Lara y exmilitante chavista, rompió filas en la alianza y será el único candidato crítico con el régimen que participará en los comicios. El grueso de la MUD considera que las elecciones no cuentan con las garantías democráticas necesarias para ser legítimas. “Siempre le hemos pedido a la oposición venezolana que separe la paja del trigo. Falcón es la paja que se ha separado sola”, ha señalado Almagro, quien identificó al exgobernador como un elemento de división de vieja data entre la oposición.
“El camino no son las elecciones que ha convocado el régimen. Este proceso electoral es una farsa”, ha criticado Vargas Llosa. El escritor ha reconocido, no obstante, que pese a los casos concretos de Venezuela y Cuba, el resto de la región ha experimentado un cambio democrático favorable con respecto a hace tres décadas o incluso menos. Es esa comparación la que, en su opinión, hace más triste el caso de Venezuela, una país en el que gobierna una Asamblea Constituyente en la que no hay ningún representante opositor y que funciona como el brazo ejecutor de Maduro. “En Venezuela ha habido una regresión brutal. Era un país que no solo no iba mal, sino que iba bien. Había elecciones libres, libertad de prensa, tuvo excelentes gobernantes”, ha recordado el Nobel. “Desde luego que había corrupción”, ha matizado, “pero era ínfima si se compara con los niveles de hoy”.
Almagro ha incidido en esta escala de descomposición a la que ha llegado el chavismo. “Se trata de un régimen con variables criminales. Es un Estado narcotraficante. Tenemos todas las variables del poder del Estado concentrado en variables del narcotráfico” ha asegurado. “Tenemos además una distribución grosera y manifiesta de pasaportes para organizaciones terroristas”, ha afirmado en referencia a la supuesta alianza del vicepresidente Tareck El Aissami con el partido-milicia chií libanés Hezbolá para facilitarles documentos de identidad. “El tema que resuelve todo esto es la democratización de Venezuela”, ha agregado el diplomático uruguayo.
Entretanto, el país ha caído en una espiral que lo ha llevado a cerrar 2017 con una inflación que superó el 2.400%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). El PIB venezolano se contrajo un 14% el año pasado tras hacerlo un 16,5% en 2016. “Si Venezuela no está peor es gracias a la oposición”, ha acotado Vargas Llosa. “Gracias a esa oposición todavía hay esperanzas”, ha añadido. Y también ha elogiado el papel de la organización que lidera Almagro, transformada completamente durante su gestión: “La OEA era un organismo que había quedado fosilizado. No cumplía un principio fundamental que era la defensa de la democracia y la legalidad. Hasta el punto de que los demócratas no podían confiar en la OEA. Había sido neutral o directamente cómplice de las dictaduras”.
Con el país vecino en llamas, la derecha colombiana ha basado su carrera hacia las presidenciales del 27 de mayo en lo que esta define como evitar que Colombia se convierta en una nueva Venezuela, una posibilidad que supuestamente se abriría con la victoria del aspirante izquierdista Gustavo Petro. “Petro es un demagogo. Es un candidato muy peligroso que puede empujar a Colombia al populismo, hacia el colectivismo y al estatismo, es una vía arriesgada”, ha coincidido el escritor. “Pero pese a todos los problemas que ha tenido, la democracia de Colombia funciona. Si las encuestas no mienten, el país va a optar por una línea mucho más democrática. La candidatura de Iván Duque y Marta Lucía Ramírez representa esa opción”, ha agregado sobre la fórmula presidencial de la derecha, la del uribista Duque y su número dos, del Partido Conservador.