El papa Francisco, en medio de un periodo de convalecencia y siguiendo recomendaciones médicas de reposo, ha delegado en varios cardenales la celebración de los principales ritos de la Semana Santa de 2025. Por ejemplo, la Misa del Domingo de Ramos fue presidida por el cardenal argentino Leonardo Sandri, vice-decano del Colegio Cardenalicio y prefecto emérito del Dicasterio para las Iglesias Orientales.
A pesar de la insistencia del Vaticano en que el Papa está observando un periodo de descanso, Francisco ha sorprendido en varias ocasiones durante la última semana con apariciones inesperadas. Entre ellas destacan su visita a la Basílica de Santa María la Mayor en la víspera del Domingo de Ramos, donde rezó ante el icono de la Maria Salus Populi Romani, y su presencia al final de la Misa del Domingo de Ramos para impartir la bendición, aunque no presidió la liturgia principal.
Estas apariciones espontáneas —que incluyen también encuentros privados y visitas a otras basílicas— han generado preguntas sobre el verdadero alcance de su reposo, aunque el Vaticano insiste en que el Papa sigue mejorando y que estas salidas son señal de su recuperación.
En los últimos años, Francisco ha delegado cada vez más las celebraciones litúrgicas en cardenales, limitándose a presidir desde una silla o a aparecer al final para dar la bendición, debido a sus dificultades de salud y movilidad.