El Parlamento británico celebró hoy un debate sobre la situación en Alepo (Siria) en el que los diputados pidieron medidas de la comunidad internacional para proteger a los civiles en la ciudad, donde facciones rebeldes luchan contra fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad.
El ministro de Exteriores del Reino Unido, el conservador Boris Johnson, lamentó que el último convoy humanitario de Naciones Unidas que accedió a la zona este de Alepo lo hizo el 7 de julio y criticó los vetos de China y Rusia a medidas para evitar el sufrimiento de la población.
La primera ministra, Theresa May, describió a través de una portavoz la situación en Alepo como "extremadamente preocupante", debido a la "bárbara crueldad" mostrada por las fuerzas del régimen sirio.
El Reino Unido trabaja con otros países de la Unión Europea (UE) para acordar una petición "clara y potente" acerca de la "necesidad de acceso humanitario y un alto el fuego" en la zona, avanzó la portavoz de la jefa de Gobierno.
Según la ONU, fuerzas sirias han ejecutado a 82 civiles, entre ellos mujeres, en cuatro distritos de Alepo, donde la presencia de grupos rebeldes se ha reducido a una superficie de un kilómetro cuadrado.
Johnson alertó en la Cámara de los Comunes de que "la conquista de Alepo por parte de Al Asad no terminará con la guerra" en Siria, y expresó su deseo de que Rusia "entre en razón" y se una al Reino Unido y sus aliados para "asegurar una transición alejada de Al Asad, la única ruta hacia una Siria en paz".
El jefe de la diplomacia británica señaló que el Estado Islámico (EI) ha aprovechado la oportunidad "creada por Al Asad", que ha concentrado su ofensiva en Alepo, para "resurgir y capturar Palmira por segunda vez".
El exministro de Economía George Osborne dijo por su parte que los diputados británicos deben asumir una parte de la responsabilidad por la situación en Siria.
"La guerra civil ha estado en marcha desde 2011, por lo que esto es algo que podríamos haber previsto. Podríamos haber hecho algo. Creo que nos engañamos a nosotros mismos en este Parlamento si pensamos que no tenemos responsabilidad alguna por lo que ha pasado en Siria", afirmó.
En 2013, los Comunes detuvieron los planes del entonces primer ministro, el conservador David Cameron, de iniciar bombardeos en Siria.
Osborne sostuvo que la participación británica en Irak y Afganistán ha demostrado que las intervenciones militares tienen un "precio", pero que la situación en Siria puede "empezar a mostrar el precio que supone no intervenir".
"No intervenimos en Siria y decenas de miles de personas han muerto como consecuencia. Millones de refugiados han sido obligados a salir de sus casas hacia el resto del mundo", señaló.
Antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna hoy de urgencia, a petición de Francia y el Reino Unido, para discutir la situación en Alepo, el ministro de Exteriores británico criticó que Rusia y China hayan bloqueado las resoluciones dirigidas a ayudar a los civiles en Siria.
"Creo que la cámara estará de acuerdo conmigo al condenar a aquellos en Moscú y Pekín que no permiten a la gente de Alepo ni siquiera siete días de respiro", afirmó.
Con información de EFE