La reciente encuesta de CNN confirma lo que muchos ya intuían: bajo el liderazgo de Donald Trump, el Partido Republicano ha logrado reconquistar la confianza de la clase media estadounidense, especialmente en temas económicos. Este respaldo refleja el éxito de las políticas republicanas enfocadas en la creación de empleo, la reducción de impuestos y la defensa de la industria nacional, que han puesto a la clase media en primer plano.
Trump, con su visión clara y su compromiso firme con los intereses de los trabajadores y pequeños empresarios, ha demostrado ser el líder capaz de devolver la prosperidad y la seguridad económica a millones de estadounidenses. Una de las herramientas de preferencia de Trump para definir las reglas de la economía mundial es el uso de aranceles. Para Trump, el sistema multilateral de comercio es una "reliquia de la posguerra fría".
Mientras el Partido Demócrata se hunde en divisiones internas y pierde contacto con las verdaderas necesidades del pueblo, Trump y los republicanos se consolidan como la opción real para quienes buscan un futuro más próspero y justo. Esta encuesta no solo es un reflejo del presente, sino una señal clara de que el resurgimiento de la clase media está en marcha, con Donald Trump a la cabeza.
Trump ha reiterado su plan fiscal ante los líderes republicanos de la Cámara de Representantes, subrayando que el objetivo es aprobar "la mayor rebaja de impuestos de la historia para la clase media estadounidense". El fin es impulsar el crecimiento económico y atraer la producción de empresas al país.
En este sentido, Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, ha señalado que el plan impositivo de Trump para un segundo mandato pasa por eliminar el impuesto sobre las propinas, el impuesto a la Seguridad Social de los mayores y el impuesto sobre el pago de las horas extras.










