El pleno del Parlamento Europeo (PE) aprobó este jueves una resolución no vinculante en la que califica de "insuficientes" los progresos democráticos de Bielorrusia y denuncia la detención de nuevos presos políticos, el uso de la pena de muerte y el acoso del Gobierno a la oposición.
El texto, que salió adelante con 468 votos a favor, 21 en contra y 93 abstenciones, también exige al país responder a las dudas sobre la seguridad de su primera central nuclear, actualmente en construcción en Ostrovets (noroeste de Bielorrusia).
Los eurodiputados piden al Ejecutivo acabar con estas actuaciones, reiteran su compromiso con las aspiraciones democráticas de su pueblo y llaman al Servicio Europeo de Acción Exterior y a la Comisión Europea a "fortalecer el apoyo a las organizaciones de la sociedad civil en Bielorrusia y el extranjero".
El documento asegura que desde 1994 no se han celebrado "elecciones libres y justas" en Bielorrusia y que los intentos para lograr avances en los comicios presidenciales de 2015 y los parlamentarios de 2016 fueron "insuficientes".
La Eurocámara también recalca que sectores "clave" de la economía se encuentran aún bajo control estatal y lamentó que no se hayan registrado nuevos partidos políticos desde el año 2000.
Asimismo, critica las "nuevas formas de acosar y encarcelar a la oposición".
Bielorrusia, el único país europeo en que todavía se aplica la pena de muerte, debería "sumarse a una moratoria global sobre el castigo capital como primer paso hacia una abolición permanente", precisa la resolución.
Sobre la seguridad en la primera central nuclear del país en Ostrovets, a menos de 50 kilómetros de la capital lituana, Vilnius, los parlamentarios propusieron la "supervisión internacional sobre la implementación del proyecto" con el objetivo de garantizar el cumplimiento de todos los estándares nucleares y medioambientales.
Asimismo, solicitaron a la Comisión y al Consejo de la Unión Europea presionar para que se realicen pruebas de estrés en las plantas atómicas.
En enero Bielorrusia manifestó su deseo de desarrollar sus relaciones con la Unión Europea (UE) sobre la base de un nuevo acuerdo marco que permita superar las diferencias que mantienen Minsk y los Veintiocho.
El presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, está en el poder desde 1994 y es considerado en Occidente como el último dictador de Europa.
Con información de EFE