La posibilidad de "congelar" las relaciones diplomáticas entre el Perú y los gobiernos de Argentina, Bolivia, Colombia y México se estaría planteando el gobierno de la presidente Dina Boluarte, quien llamó a consultas a los embajadores en dichos países.
Mario Beroes/El Político
El gobierno peruano se basa en "la injerencia en asuntos internos" para tomar la decisión ante estos 4 países latinoamericanos, quienes continúan apoyando al expresidente Pedro Castillo, detenido desde hace una semana por el intento de autogolpe.
El nuevo Gobierno de Dina Boluarte, y en este caso, la cancillería del país andino, acusa a los mandatarios de formar parte de "un movimiento del eje de izquierdas latinoamericano", del que, por cierto, se ha desmarcado el presidente chileno.
Solidaridad izquierdosa
El ex presidente Castillo nunca llegó a encajar totalmente en el grupo de mandatarios latinoamericanos con inclinaciones socialistas, salvo ahora con esa reciente unión de países.
De alguna manera, Gustavo Petro, sintió la necesidad de echarle una mano, previendo que a él también le sucediera algo parecido, y fue el único presidente que visitó Perú en el año y medio del tortuoso gobierno del maestro rural.
Pero ahora que está preso, la solidaridad externa de los regímenes más cuestionados de la región sale a relucir.
Petro por Colombia y López Obrador, presidente mexicano, han liderado la defensa de Castillo, al que consideran una víctima del sistema político peruano.
Hace tres días, en un comunicado junto a Argentina y Bolivia, los cuatro países pidieron a las autoridades peruanas respeto por la investidura de Castillo.
“Desde el día de su elección fue víctima de un antidemocrático hostigamiento, violatorio del artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”, dice el texto.
La relación diplomática entre el Perú y algunas naciones del continente ha comenzado a deteriorarse. La situación no es fácil para la nueva presidente, acosada por protestas en las regiones del sur del país que piden el adelanto electoral y la liberación de Castillo.
Esto pone a prueba su mandato y es una advertencia para que concrete un adelantamiento de las elecciones en dicho país
México, Colombia, Argentina y Bolivia pidieron en su comunicado a las instituciones peruanas “abstenerse de revertir la voluntad popular expresada con el libre sufragio”. A ellos se unen los gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, de dudoso carácter democrático, y afines a Castillo.
Canciller Gervasi: "Hubo un golpe de Estado"
La ministra de Relaciones Exteriores de Perú, Ana Cecilia Gervasi, ha sido enfática al asegurar que hubo un golpe de Estado y que los pronunciamientos de los presidentes Alberto Fernández (Argentina), Luis Arce (Bolivia), Gustavo Petro (Colombia) y Andrés Manuel López Obrador (México), “no se conpaginan con los tradicionales lazos de amistad, cooperación y respeto mutuo”.
"En el Perú hay pleno respeto” por los derechos humanos y el expresidente Castillo ha contado con todas las garantías procesales desde su detención".
A Boluarte la apoya la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que dio su apoyo a la “respuesta democrática” de las instituciones peruanas al intento de autogolpe.
Pero Petro solicitó a la CIDH que se le diera protección a Castillo, un día después de su detención por anunciar la disolución del Congreso y su intención de empezar a gobernar por decreto. Una solicitud que no tenía ninguna opción de prosperar.