La dirección del PP se mostró ayer muy optimista ante el proceso de diálogo abierto entre Mariano Rajoy y Albert Rivera. Distintos portavoces consideraron posible que Ciudadanos pueda virar hacia el sí en las próximas semanas tras la negociación abierta el miércoles por los líderes de los dos partidos. Y que ese cambio de posición pueda hacer que el PSOE se mueva.
Eso sí, el no de Pedro Sánchez pesa aún como una losa en el ánimo del PP. Por eso, ayer, el vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Casado, apeló directamente a los barones del PSOE para que pasen de defender la abstención en privado a hacerlo ante el Comité Federal, desmarcándose así de Sánchez.
«Está muy bien», aseguró Casado en Antena 3, que «los barones digan lo que no se puede hacer (…) al secretario general o a sus círculos más íntimos. Pero en el Comité Federal también tienen que votar a favor de que haya un desbloqueo», les instó.
El PP trató ayer de pescar en el río revuelto del PSOE para conseguir la investidura de Rajoy. La inestable situación interna del principal partido de la oposición sirvió a Pablo Casado para instar a los presidentes autonómicos socialistas -en general críticos con Pedro Sánchez- a que se desmarquen de él y pasen de reclamar la abstención en privado a hacerlo en público y ante el máximo órgano de dirección del PSOE, el Comité Federal.
Casado lo dijo en Antena 3, en La Sexta y por la noche en declaraciones a los periodistas en Ávila. Y no pudo ser más claro. «Está muy bien como barón territorial», dijo textualmente Casado, «decir lo que no se puede hacer o decir -manteniendo pactos con Podemos- al secretario general o a sus círculos más íntimos. Pero en el Comité Federal ellos también tienen que votar a favor de que haya un desbloqueo». Es decir, a favor de la abstención del PSOE para hacer posible la investidura de Rajoy.
El vicesecretario de Comunicación del PP se refería, sin citarlos, a los presidentes de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; Aragón, Javier Lambán; o Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Todos ellos fueron presidentes gracias a los votos de Podemos y en mayor o menor medida han defendido la abstención del PSOE en privado.
Eso sí, siempre con una condición previa inexcusable para ellos: que el PP sea capaz de sumar más apoyos a sus actuales 137 escaños. Es decir, que el PP, al menos, llegue a un acuerdo con Ciudadanos que implique el voto favorable a la investidura. Dos presidentes autonómicos confirmaron ayer a este diario que, de otra forma, el PSOE no se podría abstener porque «estaría regalándole el liderazgo de la oposición a Podemos».
Casado explicó ayer que Pedro Sánchez «por ahora, está haciendo lo que le deja hacer el Comité Federal». Eso sí, apuntó que «no está siendo responsable». «Pero son los que mucho hablan en la prensa [en referencia, de nuevo, a los barones] los que luego van a Comité Federal y no defienden que el PSOE pase de la negativa a la abstención».
El dirigente popular añadió que «con el paso que ha dado Ciudadanos se puede modular a un voto favorable». Y eso «forzaría al PSOE a tener que abstenerse».
Lo cierto es que la mayor parte de los barones del PSOE y casi todos los dirigentes históricos del partido son partidarios de que el Partido Socialista se plantee la abstención y permita la investidura de Rajoy si el PP consigue el sí de Ciudadanos. Esta opinión no sólo la comparten numerosos dirigentes críticos con Sánchez. También algunos de sus aliados más afines y que están en la Ejecutiva o en su comité de expertos.
A la espera de Rajoy
Aún así y de momento, la consigna es esperar a «que Rajoy trabaje» y «se busque sus apoyos». Después, si los consigue, sería el Comité Federal el que decidiría el cambio de postura, como aseguró el propio Pedro Sánchez el martes.
El presidente de Aragón, Javier Lambán, volvió a utilizar ayer Twitter para expresar su opinión: «No hay opción PSOE-Unidad Popular-C’s», aseguró. Así que «no hay opción de gobierno para el PSOE». Acto seguido, reclamó al partido: «Sigamos deshojando». Fuentes próximas al líder de los socialistas de Aragón explicaron que «ir a unas terceras elecciones sería un disparate mayúsculo». Él es partidario de valorar todas las opciones que contribuyan a evitarlas, incluida la abstención. Eso sí, tanto Lambán como García-Page o la presidenta de Andalucía,Susana Díaz, consideran que la responsabilidad de «administrar esta situación corresponde al secretario general».
El ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero entró ayer en el debate y reclamó desde León «abrir un proceso de diálogo interno» para evitar las terceras elecciones, lo que sería «muy, muy inconveniente y muy negativo».
Zapatero, muy distanciado de Pedro Sánchez desde hace meses, aseguró que es el PP el que tiene que «hacer todos los esfuerzos» para que España tenga un Gobierno. Pero puntualizó que el PSOE también «debe dialogar».
«Debe ser un proceso de diálogo interno en el que haya el máximo consenso posible», apuntó Zapatero. El ex presidente apeló a la responsabilidad de todos los partidos, de los que citó a Podemos y al PNV. Y señaló que con los independentistas es «más complicado».
Zapatero animó a todos los partidos a «dialogar en un proceso que sustancie la formación de un Gobierno de mayoría». Y denunció que hasta ahora «ha faltado la necesaria negociación» que corresponde al PP, pero también «al resto de las fuerzas políticas, no sólo al PSOE», informa Efe.
Hasta ahora, han sido varios los dirigentes históricos que defienden que el PSOE debería abstenerse ante la investidura del PP. Lo ha dicho claramente Felipe González, el mayor referente vivo del Partido Socialista. También son partidarios de facilitar la gobernabilidad y evitar terceras elecciones José Bono o Alfonso Guerra, entre otros.
Ambigüedad entre los líderes regionales
Los barones son más ambiguos. Hasta ahora, ninguno ha querido defender la abstención en público, con la excepción del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que apostó por esta posibilidad antes del Comité Federal del 9 de julio. Sin embargo y a la vista de las furibundas reacciones contrarias que provocó en ciertos sectores del partido, optó desde entonces por guardar silencio.
El número dos de Susana Díaz en el Gobierno andaluz, Manuel Jiménez Barrios, alertó ayer en una entrevista con Europa Press que unas terceras elecciones serían «un fracaso de todos los partidos». E insistió en que es a Rajoy a quien le corresponde «hacer todos los esfuerzos para alcanzar el consenso necesario». Jiménez Barrios insistió en el no del PSOE a la investidura: «Nuestra responsabilidad es el voto negativo» porque los socialistas son «la alternativa al PP».
Desde Ferraz, el portavoz socialista en el Senado, Óscar López, de la estricta confianza de Sánchez, volvió a defender de forma cerrada el no. Y resaltó que ésa es la postura «de todo el PSOE», no sólo del secretario general y de su equipo. López destacó que el Comité Federal de julio «duró cinco horas» y que en él hubo «más de 70 peticiones de palabra». Todas ellas fueron para defender el no a Rajoy», enfatizó.
Fuentes de la dirección del PSOE no se mostraron «sorprendidas» por las palabras de Zapatero. Pero resaltaron, al igual que López, que el partido ya tomó «de forma unánime» el pasado 9 de julio una decisión sobre el voto en la investidura de Rajoy. Desde entonces, dijeron desde la Ejecutiva, «no ha pasado nada nuevo que justifique tomar una decisión diferente».
En Ferraz destacaron que ningún dirigente del partido ha pedido una nueva reunión del Comité Federal para volver a debatir o estudiar la postura socialista ante la investidura del candidato del PP, que aún no tiene fecha.
Con información de El Mundo