El líder ruso Vladimir Putin firmó el reconocimiento de los territorios ucranianos de Donetsk y Lugansk como "naciones independientes" del este de Europa.
El Político
Este reconocimiento, evidentemente tiene una influencia muy grande en el conflicto actual entre Rusia y Ucrania.
Hay que recordar que en 2014 estos dos lugares fueron parcialmente tomados por milicias separatistas prorrusas.
Luego de que Putin firmara dicho reconocimiento, ordenó el despliegue de “tropas de paz” en la región. Esto implica la ocupación de hecho del territorio de su vecina Ucrania, una nación soberana con la que Moscú tiene una larga historia de desavenencias.
Es la repetición del libreto que usó Putin en 2014 para justificar la ocupación y posterior anexión de la península de Crimea, al cabo de tensos meses de aparición de una hasta entonces desconocida milicia independentista (que los servicios de inteligencia occidentales aseguran que eran tropas regulares rusas sin sus insignias).
La decisión de Putin no es del todo inesperada. Ya la Duma le había dado la cobertura política necesaria para tomarla la semana pasada cuando votó para que se reconocieran las zonas rebeldes.
Con eso debilita aún más la frágil estrategia diplomática que se venía usando para tratar de evitar un desenlace militar. Esa estrategia estaba basada en acuerdos internacionales que impedían un cambio en el estatus político regional y el eventual otorgamiento de mayor autonomía a las regiones rebeldes, pero siempre bajo el control del gobierno de Kiev.
Se estima que más de 14,000 personas han muerto en el conflicto que estalló en 2014 en la región de Donbas, en el este de Ucrania, donde están esas nuevas “repúblicas” que reconoce Moscú.
Fuente: UNIVISIÓN