El régimen cubano ha negado este martes que le incomode el acercamiento político con Estados Unidos, del cual se conmemora el décimo aniversario, y ha expresado su preocupación por los efectos económicos que podría tener un segundo mandato de Donald Trump.
Carlos Fernández de Cossío, viceministro cubano de Relaciones Exteriores, afirmó que un aumento en la hostilidad de EE.UU. podría impactar negativamente el nivel de vida de la población cubana, destacando la capacidad destructiva de las políticas estadounidenses.
“Nos preocupa el efecto que puede tener sobre nuestra economía, y en particular, el efecto que puede tener sobre el nivel de vida de la población una mayor hostilidad de EE. UU., que ha demostrado ser muy poderoso y tener una capacidad destructiva muy eficaz para causar daño”, declaró Cossío durante un foro sobre las relaciones entre La Habana y Washington.
El viceministro también comentó que los escenarios más catastrofistas para Cuba que se están esbozando tras la elección de Trump son deseados por ciertos sectores del exilio en Florida.
Sin embargo, consideró que un aumento de la inestabilidad y la violencia en la isla no sería del interés para EE.UU. en su conjunto. A pesar de estos augurios, Cossío se mostró optimista sobre la resistencia del sistema político cubano:
“Sabemos que vamos a ser capaces de sobrevivir. Dentro de cuatro años el Gobierno de Trump habrá terminado y Cuba, la Cuba socialista, estará aquí.
En el contexto actual, Cuba enfrenta una grave crisis económica y energética, exacerbada por las sanciones impuestas por EE.UU. y el impacto residual de la pandemia de COVID-19. Un informe reciente indica que Cuba ha sufrido pérdidas económicas superiores a 5.000 millones de dólares entre marzo de 2023 y febrero de 2024 debido a estas sanciones.
Además, se estima que entre octubre de 2022 y septiembre de 2024, aproximadamente 641.000 cubanos han intentado cruzar a EE.UU., reflejando un aumento en la migración como respuesta a las condiciones económicas adversas.
Cossío también criticó al presidente saliente Joe Biden por mantener gran parte del régimen sancionador heredado de Trump, sin siquiera retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
“EE. UU. sabe que Cuba no patrocina el terrorismo. Pero también conoce perfectamente bien el daño que es capaz de causar manteniéndole en la lista”, aseguró.
El viceministro finalmente abordó el legado del acercamiento iniciado durante la administración Obama (2009-2017), subrayando que Cuba cumplió con sus compromisos mientras EE.UU. no lo hizo, lo cual dificultó cualquier avance significativo en las relaciones bilaterales.