Los atentados terroristas que han azotado al continente europeo demuestran el odio y la intolerancia que distintos grupos rebeldes, mayormente de procedencia islamista, tienen hacia la sociedad occidental. Sin embargo, los autores intelectuales y materiales de los tres ataques colectivos ocurridos en Alemania recientemente, han sido individuos que no pertenecen a ninguna agrupación terrorista, sino que, por el contrario, han actuado por motivos personales.
María Silvia Espinoza/El Político
Debido a los múltiples problemas que rodean a distintos países de Medio Oriente, como consecuencia del estado de guerra permanente y de la persecución que padecen sus habitantes, son grandes cantidades de personas las que han decidido huir a países europeos, con la intención de buscar protección y refugio.
Alemania es una de las naciones de Europa que ha recibido a mayor cantidad de refugiados, sobre todo a sirios y pakistaníes. De hecho, en septiembre de 2015 el vicecanciller alemán Sigmar Gabriel informó que, hasta la fecha, habían llegado 1.1 millones al país. Adicionalmente, se estima que durante 2016 Alemania ha recibido a más de 100.000 inmigrantes.
El gobierno se encargó, desde los inicios de la ola migratoria, de construir asentamientos especiales para ellos, imponiendo también ciertas condiciones burocráticas para cada asilado. No obstante, se cuestiona si realmente existe una verdadera integración ciudadana de los inmigrantes en la nación.
Política de “puertas abiertas”
La canciller alemana Angela Merkel pidió en distintas oportunidades al resto de los países que conforman la Unión Europea que se unieran a la política de recibir refugiados por cuotas. Cada país europeo, dependiendo de su PIB, nivel de desempleo y otros aspectos socioeconómicos recibiría a determinada cantidad de solicitantes de asilo, con la intención de que la situación se tratara de una forma organizada. Sin embargo, países como España no se mostraron dispuestos a unirse en este pacto y accedieron a recibir a pequeñas cantidades de personas, provenientes de países específicos.
Desde finales de 2015 el país ha aplicado el acuerdo de Dublín, según el cual se identifica qué estado europeo debe tramitar la solicitud de asilo de cada refugiado. Lo normal es que este se tramite en el país al que llegó la persona.
A los refugiados de Alemania les toca un proceso largo de registro. El primer paso es legalizar su estadía en el país, para lo que deben hacer largas colas. Posteriormente, deben instalarse en el refugio asignado mientras esperan terminar con los distintos trámites jurídicos. Distintos lugares como residencias estudiantiles y hoteles aceptaron recibir a los refugiados, como respuesta a una solicitud del gobierno.
Integración de los inmigrantes en el país
Aunque Alemania se ha mostrado más dispuesta que otros países de Europa a recibir a inmigrantes, esto no necesariamente ha constituido un recibimiento amistoso por parte de la sociedad. La escritora Eva Dorothea Liebscher analiza en su trabajo Análisis de la integración de niños con contexto migratorio en el sistema escolar que los inmigrantes no son siempre bien tratados en los países que los acogen. “Esta situación no vale solo para los inmigrantes de primera generación, sino también para sus descendientes”, explica.
Liebscher asegura que en Alemania existe discriminación en el sistema escolar, sobre todo con los inmigrantes y los niños de clase social baja. “Si se considera que los niños son el futuro de nuestra sociedad, es esencial reconocer el papel que la educación escolar juega en el proceso de integración de los inmigrantes en Alemania”, agrega.
El análisis Migración e interculturalidad en Gran Bretaña, España y Alemania, escrito por Ursula Birsl y Carlota Solé, plasma que en Alemania se observa en distintas formas una criminalización hacia los inmigrantes provenientes de África y de Europa Oriental. “La falta de incorporación de algunos grupos migratorios en las sociedades, la xenofobia y los conflictos violentos parecen corroborar esta percepción de distancia cultural y de los problemas que encierran las sociedades de migración interculturales”, indican.
En junio de este año el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció que en Alemania existe discriminación de niños y jóvenes refugiados. “Los menores refugiados reciben un trato discriminatorio en Alemania, dependiendo de su país de origen y las perspectivas de asilo y, en términos generales, todos ellos tienen un acceso limitado o nulo a asistencia médica y educación”, dice la denuncia.
La Unicef también expresó que durante los procedimientos de solicitud de asilo los intereses del menor no son debidamente estudiados. El secretario general de la Unicef en Alemania indicó sobre esto que los niños refugiados suelen tener miedo, debido a las condiciones de violencia que han presenciado. “Necesitan una protección y una atención especiales”, concluye.
¿Atacantes resentidos?
El joven de 18 años que el pasado viernes ejecutó a nueve personas en un centro comercial ubicado en Múnich era hijo de inmigrantes iraníes que llegaron a Alemania pidiendo asilo en 1990. Se conoció por averiguaciones de las autoridades germanas que el asesino, David Ali Sonboly, sufría de depresión y que era víctima de bullying en su colegio por su condición de inmigrante.
El fiscal de Baviera, Thomas Steinkraus-Koch, indicó que el joven sufría de depresiones y que, por esta razón, se encontraba bajo un tratamiento psiquiátrico. Además, descartaron que perteneciera a una agrupación terrorista como el Estado Islámico.
Similar es el caso del afgano de 17 años que atacó con un hacha y un cuchillo a los pasajeros que se movilizaban en un tren que transitaba cerca de la ciudad de Wurzburgo, ubicada en el sur del país. El joven llegó a Alemania dos años antes y había solicitado asilo a inicios de este año. Estuvo viviendo en un centro de refugio para adolescentes hasta que fue trasladado con una familia que lo recibió en Wurzburgo.
Otro suceso que paralizó al país fue el que propició el refugiado sirio de 27 años el domingo pasado, al detonar un explosivo cerca de un festival musical que se estaba realizando en Baviera. Se supo que el sujeto había solicitado asilo y que este le fue negado junto con una expulsión a Bulgaria.
Horas antes de este ataque, un ciudadano sirio de 21 años había asesinado a una mujer embarazada y herido a varias personas más con un machete, lo que la policía describió como un episodio de violencia de género.
Fomentar la tolerancia y la protección tras los ataques
El ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière, pidió que no se fomentaran sospecharas de los refugiados del país por los hechos ocurridos. Igualmente, pidió comprensión para aquellos que escapan de la guerra y de las condiciones críticas que se viven en sus países de origen para encontrar un mejor futuro para ellos y sus familias.
Este lunes la Comisión Europea (CE) expresó su solidaridad refiriéndose a los tres ataques que tuvieron lugar en Alemania y enfatizó que, a pesar de que siguen dispuestos a tender la mano a los refugiados en Europa, se buscará un punto medio entre otorgar el asilo a los perseguidos y resguardar la vida de los europeos.
El primer ministro de Baviera, Horst Seehofer, indicó que deben existir más controles sobre los refugiados que llegan a Alemania. "Debemos saber quién está en el país", enfatizó. Igualmente, pidió solidaridad con los refugiados que solo buscan protección y que no hacen daño a nadie.
"Entre nosotros viven muchos refugiados con una vida dura y debemos ayudarles. Pero entre ellos hay desgraciadamente también gente con un potencial de violencia terrible. Eso no es una lanzar una sospecha generalizada, sino un hecho", agregó Seehofer.
El primer ministro también manifestó su rechazo a la política migratoria que ha defendido Angela Merkel con respecto a los refugiados en Alemania e indicó que se debe reconsiderar la prohibición general de retornar a inmigrantes que no poseen asilo a regiones en guerra si estos actúan con violencia o si estos colocan en riesgo la seguridad del país.