Las elecciones de medio término a celebrarse el próximo 8 de noviembre, tienen en la situación inmigratoria uno de los principales ejes en Estados Unidos.
El Político
El tema migratorio pasó a ser uno de los principales temas en los debates previos a las elecciones, teniendo en cuenta el número de personas que cruzaron la frontera sur del país de forma ilegal superó un récord histórico: hubo más de 2 millones de registros durante el año fiscal 2022.
Joe Biden y su Gobierno, tienen mucha presión, cuando faltan poco para las elecciones intermedias que, entre otras cosas, definirán quién tiene el control del Senado y de la Cámara de Representantes, clave para impulsar iniciativas legislativas o reformar las existentes.
Tema migratorio uno de los principales temas
En términos generales, demócratas y republicanos han hecho campaña de cara a los comicios de noviembre con miradas opuestas sobre qué hacer ante las presiones que existen sobre el sistema inmigratorio.
Los republicanos consideran prioritaria la seguridad fronteriza y la deportación de quienes están en el país ilegalmente, mientras que los demócratas otorgan mayor importancia a los caminos hacia el estatus legal de aquellos que ingresaron ilegalmente al país, especialmente para quienes lo hicieron siendo niños.
Desde que asumió el cargo en enero de 2021, Biden trabajó para revertir las restricciones inmigratorias de la era Trump aumentando las admisiones de refugiados, preservando el DACA, y no haciendo cumplir la regla de "cargo público" que niega las tarjetas de residencia a los inmigrantes que podrían usar beneficios como Medicaid, entre otras cosas. Sin embargo, todo indica que no ha logrado ir más allá.
Seguridad fronteriza
Se trata del primer punto de conflicto para el Gobierno de Biden, debido al aumento de las llegadas que las autoridades atribuyen al mayor número de personas procedentes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, como consecuencia del recrudecimiento de la crisis en esos países.
No es un dato menor: mientras que décadas atrás los migrantes que llegaban a la frontera eran abrumadoramente mexicanos, y hace algunos años se sumaron los provenientes del triángulo norte —Guatemala, Honduras y El Salvador—, en la actualidad muchos de los llegados lo hacen desde Cuba, Venezuela, Nicaragua y hasta Colombia y Perú.
El Gobierno llega a las elecciones con una situación de parálisis al respecto de la seguridad fronteriza, o al menos en una de idas y vueltas. "La parálisis en la frontera ha afectado a toda su agenda", dijo a CNN una fuente cercana a la Casa Blanca recientemente.
Traslado de inmigrantes
Varios gobernadores republicanos —entre ellos Ron DeSantis de Florida, Greg Abbott de Texas, Doug Ducey de Arizona— han enviado grupos de inmigrantes a ciudades gobernadas por los demócratas como una afrenta contra ellos y la Casa Blanca, lo que ha llevado el tema de la inmigración al primer plano de la discusión nacional y ha suscitado fuertes críticas de los defensores de los inmigrantes, de los funcionarios municipales y de la administración de Biden.
"La vicepresidenta Harris afirma que nuestra frontera es ‘segura’ y niega la crisis", tuiteó al respecto el gobernador Greg Abbott, principal impulsor del envío de migrantes hacia el noreste del país. "Estamos enviando migrantes a su patio trasero para pedirle a la administración de Biden que haga su trabajo y haga que la frontera sea segura".
El mensaje resume a la perfección el enfrentamiento entre los gobernadores republicanos del sur y el Gobierno federal demócrata. En medio de esa disputa política quedaron, precisamente, los inmigrantes que llegan a Estados Unidos después de viajes extenuantes y rodeados de peligros.