La gran pregunta en Brasil es si el presidente Jair Bolsonaro logrará remontar la cuesta final y superar la ventaja de Lula da Silva.
Gustavo Márquez / El Político
Este domingo 30 de octubre es la gran cita electoral para el balotaje, donde se deciden los destinos del gigante de Suramérica.
Los sondeos de opinión han colocado las cartas sobre la mesa, para mostrar que el termómetro electoral marca a Luiz Inácio Lula da Silva, candidato de la izquierda, llegando a la línea de una posible victoria, frente a su contrincante, el presidente Jair Bolsonaro, a quien han etiquetado como de ultra derecha.
Paradójicamente, en las últimas horas el presidente Bolsonaro ha entablado una guerra contra el sistema electoral que lo colocó en la presidencia. Sus ataques, por más de un años, son contra la justicia electoral, a la que intenta desacreditar de manera incisiva.
¿Qué sabemos de las propuestas de Lula y Bolsonaro para Brasil?
La carta de presentación de ambos candidatos es su experiencia de gobierno. El balotaje es el domingo. Más del 90% ya sabe a quién votarán, pero el voto de los indecisos será crucial.#DWNoticias /cvml pic.twitter.com/Y5lUlAhVNL
— DW Español (@dw_espanol) October 28, 2022
Detalle: buscando votos humildes
Ayer jueves, Bolsonaro estuvo en una zona popular de Río de Janeiro, en contacto directo con los electores menos favorecidos, para insistir en su permanente argumento en contra de Lula das Silva, a quien señala de comunista y corrupto.
Mientras, Lula da Silva acaba de celebrar su cumpleaños número 77, de manera discreta, sin las ostentosidades que le han precedido. Pues todavía su boda por todo lo alto es motivo de fuertes críticas. Por lo que se maneja con mucha cautela, frente a un electorado que espera el último debate de hoy viernes.
En la primera vuelta, el izquierdista Lula da Silva se hizo con el 48,4% de los votos. Mientras que el ultra derechista Bolsonaro reunió el 43,20%, de la intención de votos. Ambos representan el 92% de lo reflejado en las urnas electorales, dejando pulverizados al resto de los 11 candidatos, en unas elecciones que han resultado ser las más polarizadas de la historia política de Brasil.
Alta polarización, denuncias de censura, proyecciones sobre un resultado cerrado y alianzas regionales marcan el camino al balotaje de este 30 de octubre en Brasil https://t.co/2l5ye9dmpe #Brasil ?? por @OriRivas91
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Entre líneas: se acentúa la diferencia
En las últimas horas, los sondeos de opinión indican que la diferencia entre ambos candidatos se ha distanciado un poco más. Para DataFolha, una de las encuestadoras de mayor relevancia en Brasil, la ventaja de Lula da Silva subió a un 52%, con respecto a un 47% de Bolsonaro. Lo que podría indicar que se están definiendo muchos de los electores que permanecían indecisos, apostando por un cambio en la conducción actual del país amazónico. Pero el país todavía está altamente polarizado.
Pero ese cambio representaría una vuelta al pasado, y no un avance. Pues en Brasil no existe una tercera vía. Las dos opciones con que cuenta el electorado son: volver atrás, o permanecer en el aquí y ahora. Tanto Lula da Silva como Bolsonaro no son alternativas de cambio reales. Además, una tendencia en la región Latinoamericana indica que la izquierda seguiría creciendo.
Pero una de las mayores estrategias de campaña que han utilizado ambos contendores, es tratar de captar el voto evangélico. Un sector de peso en la sociedad brasileña, que representa un 31% de la intención de votos. Donde ambos candidatos cuentas con el favor de algunos pastores y sus seguidores. Pero sin inclinar la balanza del todo hacia la izquierda o la ultra derecha. Aunque los analistas han dicho que el voto evangélico será determinante en esta segunda vuelta.
?? Balotaje en Brasil
Bolsonaro y Lula se cruzan datos y se acusan mutuamente de "mentiroso" en los primeros tramos del debate presidencial
? Se realiza en los estudios del canal de televisión O Globo pic.twitter.com/fJV8vUqtho
— Agencia Télam (@AgenciaTelam) October 29, 2022
En resumen
Sin embargo, para Jair Bolsonaro, perder esta elección implicaría, no solo tener que dejar la presidencia. Pues observadores expertos en el tema electoral han vaticinado que la ultra derecha no está dispuesta —obviamente— a dejar el poder, al punto de cantar fraude, de ser necesario.
Se dice que Jair Bolsonaro ha logrado acaparar la atención de los sectores pudientes, además de captar la atención de un mayor número de electores evangélicos. Quienes ocupan un lugar de peso en el Congreso brasileño. Grupo que estaría —al parecer— dispuesto a mantener la continuidad de la ultra derecha, ya que son mayoría.
Pero las encuestas insisten en que lo que viene para Brasil es un golpe de timón hacia la izquierda, hacia el pasado, para afianzar la tendencia izquierdistas que se ha adueñado de la intención de votos en la región suramericana. Zona donde, paradójicamente, las protestas contra los presidentes de izquierda son cada vez mayores, por quienes les colocaron en el poder. Así que este domingo cualquier cosa puede pasar. No hay nada escrito sobre piedra en el terreno electoral brasileño.