Convertido en una de las figuras políticas más controversiales de América Latina por su publicitada lucha contra las pandillas y con una alta popularidad, el presidente de salvadoreño Nayib Bukele se encamina a ganar la reelección.
El Político
Pese a las acusaciones de que su candidatura viola la constitución y que busca perpetuar su proyecto autoritario, todos dan por sentado que Bukele ganará sin mayor problema las elecciones del 4 de febrero para continuar en el poder por otros cinco años.
Según la más reciente encuesta de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), dirigida por jesuitas, Nuevas Ideas aparece con 81,9% de intención de voto, el FMLN con 4,2%, Arena 3,4%, Nuestro Tiempo 2,5%, Fuerza Solidaria 1,1% y Frente Patriótico Salvadoreño 1%.
Nuestro Tiempo aparece con 2,5%, Fuerza Solidaria con el 1,1% y Fraternidad Patriótica Salvadoreña (FPS) con el 1%. El 3% dijo que se abstendrá y otro 3% que anulará el voto. Los cálculos del estudio de la UCA otorgan 57 de los 60 escaños del Congreso a Nuevas Ideas.
A continuación un detalle sobre los principales contrincantes de Bukele en los comicios.
Manuel Flores
El candidato del izquierdista FMLN, conocido como “El Chino Flores”, de 58 años, es un exguerrillero que luego de la firma de los acuerdos de paz en enero de 1992 se dedicó a la política. Se desempeñó como alcalde del municipio de Quezaltepeque de 2003 a 2012 y luego como diputado de la Asamblea Legislativa de 2012 a 2021.
Estudió en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua donde obtuvo el grado de licenciado en Biología y adquirió la ciudadanía nicaragüense.
Flores se ha mostrado molesto cuando le preguntan sobre los actos de corrupción de los dos gobiernos del FMLN porque dice que no formó parte de ellos.
Según el FMLN en El Salvador rige una dictadura. Flores se ha único a esas críticas y señalado que hay escasa libertad de expresión y libertad política.
En 2004 estableció la Asociación de Amistad con el Pueblo de China y en 2018 ayudó al entonces presidente Salvador Sánchez Cerén (2014-2019) a abrir relaciones diplomáticas con la República Popular China y romper el vínculo con Taiwán.
El FMLN gobernó el país de 2009 a 2019.
Joel Sánchez
El empresario de 55 años y candidato de Arena asegura no tener pasado político pese a que hizo campaña en favor de Tony Saca, de esa fuerza derechista, en las elecciones presidenciales de 2004.
Cuando tenía 19 años emigró a Estados Unidos donde luchó para sobrevivir: lavó platos, fue cocinero y técnico de limpieza pero con el tiempo logró fundar su propia empresa en el mismo rubro, que luego creció en Estados Unidos, con sucursales en México y El Salvador.
El movimiento Resistencia Ciudadana lo presentó como candidato de la sociedad civil y luego el partido Arena anunció que era el elegido para competir en las elecciones presidenciales.
Arena gobernó el país por 20 años de 1989 a 2009.
Luis Parada
El político, exmilitar y abogado de 63 años es un experto en litigios internacionales que ha defendido a El Salvador en sucesivas querellas contra el Estado ante el Centro Internacional de Arbitrajes Relativos a Inversiones del Banco Mundial (CIADI), los que ha ganado.
Realizó sus estudios en la escuela militar Capitán General Gerardo Barrios de El Salvador y la Academia militar West Point. Se graduó de abogado en Georgetown University de Estados Unidos.
Participó en el proceso interno de Arena buscando la postulación como candidato presidencial en las elecciones de 2019, pero el partido se decantó por el empresario Carlos Callejas.
Fue capitán del ejército salvadoreño y durante sus 14 años de servicio se desempeñó en diferentes puestos en la institución armada, entre ellas fue jefe de la sección de Criptoanalista de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), en momentos en que un comando del ejército asesinó a seis sacerdotes jesuitas y sus dos colaboradoras y fue un testigo clave para la justicia en la causa contra los militares que perpetraron esa masacre en noviembre de 1989.
En febrero de 2020 renunció a su grado de capitán del ejército tras el ingreso de militares armados al Congreso salvadoreño el 9 de febrero durante una reunión convocada por el presidente Bukele.
Parada asegura que no buscaba la candidatura, pero luego del pedido de representantes de una organización civil aceptó competir bajo la bandera del partido conservador Nuestro Tiempo, que fundaron disidentes de Arena.
Javier Renderos
Es un médico ginecólogo de 60 años que trabaja en su clínica privada. Fue candidato a alcalde para la ciudad de San Miguel, en el oriente del país, postulado por la derechista Arena en 2018 y también fue miembro del consejo municipal de San Miguel.
Renderos, con pasado con el partido Arena, está postulado por Fuerza Solidaria.
Marina Murillo
Es una arquitecta que ha hecho carrera en la función pública. En sus inicios laboró en la Comisión Nacional de Restauración de Áreas. La candidata del partido Fraternidad Patriótica Salvadoreña (FPS), es la única mujer que se postula para las elecciones presidenciales.
La última vez que El Salvador contó con una mujer como candidata a la presidencia fue en 1994 cuando participó Rina Victoria Escalante de Rey Prendes, con el Movimiento Auténtico Cristiano.
Una victoria de Bukele y el destino político de El Salvador
Si los pronósticos de todas las encuestas electorales se cumplen y el partido Nuevas Ideas de Nayib Bukele arrasa en las elecciones presidenciales y legislativas del domingo en El Salvador, algunos partidos podrían perder fuerza o hasta desaparecer.
Los actos de corrupción atribuidos a Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y a Frente Farabundo Martí para la liberación Nacional (FMLN) —que durante tres décadas dominaron el escenario político del país— los llevaron a un acelerado declive.
Mientras partidos políticos emergentes como Nuestro Tiempo y VAMOS y otras fuerzas tradicionales ahora aliadas al gobierno como la Gran Alianza Para la Unidad Nacional (GANA) —que llevó al poder a Bukele— tienen más posibilidades de desaparecer.
La ley de partidos políticos salvadoreña establece que se cancelará la inscripción de un partido político cuando no obtenga 50.000 votos válidos emitidos a su favor en elecciones legislativas y si no tiene al menos un diputado en la Asamblea Legislativa.