México se prepara para unas elecciones de medio mandato el 6 de junio en las que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se juega la posibilidad de mantener una cómoda mayoría parlamentaria.
El Político
Con la cual acelerar lo que él llama la “cuarta transformación”, una regeneración del país, según sus seguidores, o un salto hacia el autoritarismo, de acuerdo con sus detractores, reportó AP.
Aquí se detallan algunas claves para descifrar lo que puede venir.
Cuarta transformación
Es el nombre que López Obrador dio a los cambios que quería poner en marcha para instalar otra forma de hacer política sin corrupción, privilegios, ni impunidad, dejando atrás el neoliberalismo y poniendo a los pobres por delante.
A su juicio, serían tan importante como las otras tres grandes transformaciones de México: la independencia de España, las reformas liberales del siglo XIX y la revolución de principios del XX.
Una abrumadora mayoría le creyó y votó por él en 2018. Ahora el país está dividido casi por igual entre fervientes admiradores y férreos detractores. Las posturas intermedias parecen haber desaparecido.
Congreso en la cuarta transformación
AMLO necesita al Parlamento para sacar adelante sus iniciativas y reformas constitucionales. Gracias a su liderazgo carismático, su partido, Morena -una amalgama de políticos de distintas procedencias- consiguió sumar una mayoría en ambas cámaras que no había tenido ningún Ejecutivo federal desde 1997.
Por primera vez en más de 20 años no eran necesarios acuerdos con la oposición. El oficialismo optó por avanzar rápido con la agenda presidencial e impulsó normas que antes de aprobarse ya auguraban problemas, explicó Julio Téllez, investigador del colectivo Buró Parlamentario.
El resultado: muchas leyes están bloqueadas o recurridas en los tribunales pero la mayoría de las propuestas de la Cuarta Transformación (4T); ya son realidad, al menos en el papel.
Principales aliados
La población más desfavorecida sigue siendo el principal apoyo del presidente frente a las clases acomodadas.
Sin embargo, diversos intelectuales de izquierda, defensores de derechos humanos, feministas, ecologistas e indígenas; que votaron por él ahora son sus críticos y multimillonarios como Carlos Slim o Ricardo Salinas se han convertido en aliados clave.