El elevado riesgo de hambruna en el estado de Borno, en el noreste de Nigeria, requiere una acción humanitaria urgente antes de que sea demasiado tarde, afirmó hoy a Efe el economista de la FAO Luca Russo.
La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) integra el grupo de doce agencias internacionales que participan en una iniciativa para clasificar la severidad de la inseguridad alimentaria en una escala de cinco niveles (IPC, por sus siglas en inglés).
Según los últimos datos, hay suficientes indicios de que una hambruna ocurrió probablemente entre abril y agosto de este año en algunos enclaves de desplazados en las localidades de Bama y Banki y en otras zonas inaccesibles de Borno bajo el dominio del grupo yihadista Boko Haram.
Además, existe una elevada probabilidad de que la situación persista en las áreas inaccesibles de esa parte del país, ya que se estima que las condiciones serán similares o peores a las observadas en Bama y Banki.
Russo explicó que en Nigeria están "muy cerca de la hambruna", después de que se haya observado que en algunas de las aldeas liberadas la malnutrición infantil supera el 30 % y es probable que pase lo mismo en las zonas controladas por Boko Haram, por lo que se necesita movilizar los recursos "ahora y no en unos meses".
Apuntó que no se puede esperar a entregar la ayuda como ocurrió en 2011 en Somalia, cuando ya se había alertado del problema masivo pero los recursos solo llegaron cuando se evidenció y declaró la hambruna, que ya había causado la muerte de más de 200.000 personas.
Para que se declare la fase 5, la máxima y correspondiente a la hambruna, se debe certificar que al menos un 20 % de la población sufre extrema escasez de alimentos, la malnutrición aguda es superior al 30 % y la tasa de mortalidad diaria es de más de dos personas por cada 10.000, cuatro veces más alto de lo normal.
"En mucho países es muy difícil obtener esa información y se busca una aproximación con otros tipos de indicadores", sostuvo Russo.
El experto señaló que, mientras se espera que el Ejército nigeriano recupere las zonas tomadas por los yihadistas actualmente sin acceso, la gente de las zonas liberadas necesita recibir ayuda alimentaria y para cultivar la próxima cosecha.
"Son áreas que por el conflicto no han tenido producción agrícola en los últimos tres o cuatro años por la influencia de Boko Haram", afirmó Russo.
El último informe sostiene que la ayuda humanitaria ha mejorado la seguridad alimentaria algunos lugares con desplazados internos, pero falta acceso a un apoyo sostenido en muchas áreas.
Además, la respuesta actual no basta para hacer frente a todas las necesidades de emergencia, sobre todo para las poblaciones más afectadas que se encuentran en zonas inaccesibles y entre los desplazados internos, que suman 1,8 millones de personas en el noreste del país.
Según Russo, el caso de Nigeria es la mayor crisis alimentaria en África en términos cuantitativos, una situación que se asemeja a las de Sudán del Sur y el Yemen, este último país con la mitad de la población (14 millones de personas) en fase 3 (crisis) o superior.
"En todos los años que llevo haciendo análisis alimentarios no recuerdo haber tenido al mismo tiempo tres países en los que, si no hay hambruna, algo muy parecido está sucediendo", agregó.
Con información de EFE