La posible presencia de Elon Musk en el Super Bowl LIX ha desatado una tormenta de rumores y especulaciones en las redes sociales.
Se dice que el CEO de Tesla habría invertido unos 40 millones de dólares en cinco anuncios publicitarios, destinados a denunciar el presunto derroche de fondos públicos descubierto por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
La reacción en redes sociales ha sido inmediata, con muchos usuarios elogiando a Musk por su supuesta estrategia para fiscalizar al gobierno, aunque él no ha confirmado ni negado la información.
La publicidad en el Super Bowl es famosa por sus costos astronómicos. Este año, un espacio de 30 segundos ha alcanzado un precio récord de 8 millones de dólares, lo que ha atraído a nuevas marcas y ha provocado la retirada de otras, como Google y Microsoft. La expectativa es alta, tanto por el enfrentamiento deportivo en sí como por la posible aparición de estos polémicos anuncios.
Según fuentes no oficiales, Musk estaría utilizando estos comerciales para exponer presuntas irregularidades en el uso de fondos públicos en Estados Unidos, conectadas con las actividades del DOGE, una entidad creada por el expresidente Donald Trump para reducir el gasto federal. El DOGE afirma haber generado ahorros multimillonarios eliminando contratos innecesarios, pero también ha estado envuelto en controversias, especialmente por su acceso a información confidencial.
Algunos críticos señalan un posible conflicto de intereses, ya que varias de las empresas de Musk,como SpaceX, reciben contratos gubernamentales importantes. También se han planteado dudas sobre elposible uso indebido de información confidencial sobre sus competidores. La única forma de confirmar estos rumores será ver si los anuncios se emiten durante el partido.
Este año, un anuncio de 30 segundos en el Super Bowl cuesta la friolera de 8 millones de dólares, superando el récord del año anterior.
Las empresas no solo pagan por el tiempo en pantalla, sino que también invierten fuertemente en producciones de alta calidad con celebridades como Gordon Ramsay, Meg Ryan, Pete Davidson y David Beckham, entre otros.
Con una audiencia proyectada de más de 200 millones de espectadores, el Super Bowl sigue siendo el evento deportivo de un solo día con mayor impacto mediático a nivel mundial, lo que lo convierte en una plataforma publicitaria invaluable.