La creciente vinculación política y comercial entre los regímenes de la república islámica de Irán y Venezuela mantiene en alerta a Hispanoamérica y al mundo occidental.
Mario A. Beroes Ríos/El Político
En particular hay un país, que observa con preocupación esto, el Estado de Israel.
Para nadie es secreto que el régimen autocrático persa está impulsando la formación de grupos musulmanes radicales, que ven a la civilización occidental como "un enemigo al que hay que destruir".
También es conocido el historial iraní de dirigir el contrabando de armas, drogas y petróleo en Sudamérica, especialmente con el régimen dictatorial de Nicolás Maduro, muy cercano a organizaciones criminales y narcotraficantes.
Fuerza Quds y el avión de Emtrasur
A raíz del escándalo del Jumbo 747-200 de la aerolínea venezolana Emtrasur, actualmente retenido en el aeropuerto de Ezeiza, se ha podido develar parte de la red terrorista que el régimen iraní intenta crear en Hispanoamérica.
Un artículo del The Jerusalem Post, "How is a Venezuelan cargo plane linked to Iran’s attempts to attack Israelis?‘, detalla nuevos vínculos entre los tripulantes iraníes del avión venezolano, el régimen de Maduro y grupos terroristas musulmanes.
La Unidad 840 de la Fuerza Quds, responsable de las operaciones terroristas fuera de Irán contra objetivos occidentales y grupos de la oposición, tiene operaciones en Sudamérica.
Estas son dirigidas por el oficial Said Muhamad Hasan Khajazi, quien las dirige desde Venezuela.
Además de las operaciones del CGRI, Hezbolá, estrechamente vinculado a la Fuerza Quds, tiene el poder sobre el triángulo en el que se encuentran las fronteras de Argentina, Brasil y Paraguay.
Desde ese lugar, gestionan un tráfico de drogas y contrabandeando vehículos, armas y personas para apoyar las operaciones de inteligencia y terrorismo.
Intercambio de armas entre Irán y Venezuela
El 13 de septiembre de 2020, una delegación de funcionarios iraníes vino a Venezuela, incluyendo a Hassan Kazemi Qomi, relacionado con la Fuerza Quds, y Hamid Arabnejad, director general de Mahan Air.
A la delegación también se unió Parviz Bahrami Rad, presidente del consejo de administración de la empresa Chillco, que trabaja en transporte, infraestructuras y energía.
También Naimi Mousavi y Said Badr al Din, dos empresarios iraníes.
La delegación llegó a Venezuela de forma encubierta en un vuelo de carga de Qeshm Fars Air.
Durante su estancia en el país, se reunieron con una serie de funcionarios locales, entre ellos Tareck El Aissami, ministro de Industria y Producción Nacional de Venezuela.
En diciembre de 2020 tuvo lugar una reunión adicional entre funcionarios venezolanos y el director general de Mahan Air.
El 6 de noviembre de 2020, un vuelo de carga perteneciente a Qeshm Fars Air fue visto descargando carga en el aeropuerto internacional de Maiquetía, se sospechaba que traían drones fabircados en Irán.
Los drones iraníes se han exportado a Venezuela desde 2012, cuando se identificó un Mohajer 2 iraní bajo una marca vinculada al grupo industrial de aviación de Venezuela (CAVIM).
Israel alerta
En noviembre de ese año, el ministro de Defensa en ese momento, Benny Gantz, corroboró los informes anteriores de que Irán estaba proporcionando armas a Venezuela e intentando aumentar la presencia del IRGC en Sudamérica.
En febrero de este año, Gantz añadió que Venezuela estaba desarrollando vehículos aéreos no tripulados Mohajer y recibiendo municiones guiadas de precisión iraníes para estos vehículos.
El ministro de Defensa también presentó una foto del presidente venezolano Nicolás Maduro con un modelo del Mohajer 6.
Emtrasur contrabandea armas iraníes
El Boeing 747-200 detenido en Argentina desde el 6 de junio, es parte de las aeronaves usadas por Irán para ampliar sus operaciones de contrabando de armas con Venezuela, según fuentes de inteligencia israelíes, estadounidenses y del Uruguay.
Durante más de una década, el avión de carga Boeing 747-200, perteneció a la compañía iraní Mahan Air, una aerolínea que ha sido sancionada por EE.UU. por transportar operativos, armas, equipos y fondos de la Fuerza Quds del CGRI.
En febrero de este año, las agencias de inteligencia empezaron a vigilar el avión de carga un mes después de que cambiara su matrícula de Mahan Air a Emtrasur, la rama de carga de la empresa estatal venezolana Conviasa.
La empresa Emtrasur fue fundada en noviembre de 2021.
Después de la transferencia, la aeronave despegó el 23 de enero del Aeropuerto Internacional de Mehrabad en Teherán con personal iraní y comenzó a operar desde la Base Aérea El Libertador en Maracay, Venezuela.
Muy cerca opera la empresa estatal venezolana EANSA que produce y ensamblar aviones, satélites y armamento para aviones.
Armas a Venezuela
El nuevo registro proporcionó a Irán una forma de enviar de forma encubierta equipos, personal y armas directamente a EANSA sin tener que utilizar aerolíneas iraníes o aterrizar en aeropuertos civiles.
Los servicios de inteligencia israelíes sospechan que la aeronave, anteriormente iraní, también podía realizar "paradas para repostar" a lo largo de sus rutas.
Esto suscita la preocupación de que la aeronave podría haber utilizado las paradas para transferir de forma encubierta operativos y equipos para la Unidad 190 de la Fuerza Quds del CGRI.
También para transportar productos para venderlos con el fin de financiar operaciones terroristas.
La Unidad 190 de la Fuerza Quds contrabandea armas a sus fuerzas y apoderados en el extranjero y dirige y realiza ataques terroristas en el exterior, explicó el analista israelí.
Gholamreza Ghasemi, el piloto de la aeronave cuando fue detenida, ha sido vinculado en el pasado con la Unidad 190 y ha sido identificado por el FBI como el director general de Qeshm Fars Air.
De Quéretaro a Buenos Aires
El 6 de junio, la aeronave despegó de México hacia el aeropuerto de Ezeiza (Argentina) con el transpondedor apagado, su destino final fue un aeropuerto en el Paraguay, cerca de la frontera con Argentina y Brasil.
De ahí voló a Aruba "llevando una carga de cigarrillos", que por cierto las autoridades de las isla nunca confirmaron.
De regreso quiso aterrizar en Uruguay, pero el propio ministro de la Defensa, ordenó cerrar el espacio aéreo, por lo que el 747-200 enfiló hacia Ezeiza, donde por condiciones climáticas tuvo que desviarse a Córdoba. Le quedaban 18.000 litros de combustible.
A pesar de que el aterrizaje en el aeropuerto de Córdoba se calificó de fortuito, al parecer se cargaron o descargaron personas o mercancías de la aeronave durante la parada, según los servicios de inteligencia israelíes.
Y aparece Ghasemi
El 11 de junio se filtró una lista de tripulantes que revelaba que el avión llevaba 19 miembros del personal, mucho más de lo necesario para un vuelo de este tipo. Entre el personal había cinco iraníes, entre ellos Ghasemi.
Según los medios de comunicación argentinos e internacionales, el personal dijo a las autoridades que los iraníes estaban en el vuelo con el fin de entrenar al personal venezolano como parte de la transferencia de la aeronave de Mahan Air.
Mahan Air declaró a principios de este mes que la propiedad de la aeronave fue transferida a Emtrasur hace un año y que el personal del avión era empleado de la aerolínea venezolana, no de Mahan.
Entre el personal venezolano habían dos militares, ambos con el rango de teniente coronel.