El PIB de Venezuela es la quinta parte de lo que fue. La hiperinflación pulverizó el valor del dinero. La pobreza creció velozmente y la mayoría de los analistas no prevé un rebote importante en el corto plazo.
El Político
Según diversos analistas, las proyecciones para 2021 incluyen un estancamiento en las profundidades, con mínimas variaciones hacia arriba o hacia abajo.
El último informe de Focus Economics, Banc Trust pronostica que la economía venezolana, que en 2020 se contrajo en torno a 30%, descenderá 0,5% en 2021. Lo acompañan en las proyecciones negativas Fitch Solutions y Ducker Frontier que esperan una caída de 1%; mientras que Ecoanalítica, Julius Baer y Goldman Sachs anticipan declives de 1,9%, 2,5% y 5% respectivamente.
Entre los que esperan un ligero repunte destacan la firma AGPV y la calificadora de riesgo Moody’s Analytics, que proyectan un crecimiento de 1,9%, mientras que Oxford Economics estima un alza de 2,9%.
Efraín Velásquez, presidente del Consejo Nacional de Economía y director de AGPV, explica que “por la pandemia del Covid el segundo trimestre fue muy negativo, pero durante el tercer y cuarto trimestre la economía se mantuvo, no siguió cayendo”.
Indicó que “en 2021 el nivel de actividad económica lo va a determinar el consumo privado y, las remesas, junto a las transferencias del gobierno, van a sostenerlo”.
Un dato a considerar es que las remesas se han convertido en un elemento esencial para el consumo de los hogares en Venezuela. Este año descendieron a un nivel cercano a mil millones de dólares y en 2021, gracias a que disminuirá el impacto de la pandemia en la economía global, deberían elevarse hasta un mínimo de 1.500 millones de dólares.
Efraín Velásquez. señala que “otro factor a considerar es que ha aumentado la dolarización de los salarios, las empresas están pagando bonos y complementos en dólares, esto también ayuda a que se detenga el declive de la capacidad de compra”, dice
El oxígeno en el consumo privado principalmente beneficiará a las empresas de sectores esenciales como alimentos y cuidado personal.
Dólar indetenible
El descalabro de la producción petrolera, la principal fuente de divisas del país y la caída de la recaudación de impuestos, tras siete años consecutivos en recesión, no han dejado otra opción al gobierno que financiarse creando dinero. La consecuencia es una inflación galopante que deteriora la calidad de vida.
Al respecto, Velásquez explica que “la inflación va a mantenerse a un ritmo entre 25% y 30% al mes en 2021, con lo que podríamos esperar 2.000% en el año. Va a ser así porque el gobierno no tiene otra forma de financiarse que aumentando la base monetaria”.
Añade que “en cualquier país donde el Banco Central no tiene metas monetarias, sino que las cambia de acuerdo a las exigencias del gobierno, no hay metas inflacionarias o cambiarias de ningún tipo”.
La creación de dinero se traduce en bolívares que el gobierno utiliza para pagar salarios, bonos y deudas con empresas. Una vez ingresan a la economía, una parte se dirige a la compra de divisas e impulsan la cotización del dólar.
El consenso de los panelistas de Focus Economics es que el próximo año la cotización del dólar en el mercado oficial, actualmente en 1.075.000 bolívares, aumentará hasta 12.300.000 bolívares por dólar.
Lo cierto es que el dólar paralelo superó la barrera del millón de bolívares y sigue aumentando. Esto se traduce en que el salario mínimo en Venezuela y las pensiones de vejez se han convertido en polvo cósmico.
Alivio petrolero
Tras años de mínima inversión, fallas de gerencia y corrupción rampante, la producción de petróleo, la principal fuente de divisas del país, comenzó a caer en 2017 y en 2019 las sanciones de Estados Unidos aceleraron el descenso. La consecuencia es que el país produce, de acuerdo con las cifras entregadas por el gobierno a la OPEP, 400 mil barriles diarios, un nivel similar al de 1935.
Estados Unidos, al igual que una larga lista de países considera ilegítimas las elecciones de 2018 en las que Nicolás Maduro se reeligió como presidente. En 2019 Donald Trump bloqueó el comercio de petróleo entre Venezuela y Estados Unidos. Además, sancionó a compañías extranjeras que transportan petróleo desde Venezuela a otros mercados y recientemente tomó medidas para restringir los intercambios de crudo por diesel.
Pero Pdvsa, la empresa petrolera del Estado, ha encontrado alternativas para mitigar las sanciones y se espera que el próximo año la producción no siga en descenso e incluso pueda crecer. Antero Alvarado, director de Gas Energy, explica que “empresas pequeñas con sede en Rusia vienen a Venezuela a buscar petróleo y lo revenden en India, Singapur, Malasia y China”.
Añade que “las sanciones no tienen impacto para estas empresas rusas, son compañías que se adaptan a un ambiente hostil. Si Pdvsa cuenta con estos intermediarios para la venta de petróleo entonces podría disminuir sus inventarios y elevar la producción”.
Fuentes de Pdvsa explican que la capacidad de producción permite incrementar la cantidad de barriles que se extrae diariamente hasta 600 mil barriles diarios, pero la caída de la demanda por la pandemia y las sanciones de Estados Unidos disminuyeron las exportaciones al punto que se coparon los tanques de almacenamiento. Entonces, no quedó otra alternativa que recortar la producción hasta 400 mil barriles diarios.
Estas son las cuatro proyecciones económicas para el 2021, según @ecoanalitica, #19Dic/ https://t.co/jHLkCj3uFL
— Descifrado (@descifradocom) December 20, 2020
Ecoanalítica proyecta que de concretarse el alza de las exportaciones el gobierno podría recibir por este concepto alrededor de 7 mil millones de dólares en 2021, una cifra que se traduciría en un aumento de 23% respecto a 2020.
#Prospectivas | El director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros: “Venezuela termina el año con una quinta parte de la economía que tuvo en 2013 y con niveles de explotación petrolera similares a los reportados cuando Juan Vicente Gómez”.
https://t.co/y6GqCPg7Lo— PolítiKa UCAB (@PolitikaUCAB) December 20, 2020
Efraín Velásquez señala que “en el tema petrolero es probable que la Asamblea Nacional apruebe nuevos esquemas de negocios, hay que ver qué ocurre con empresas de China y Rusia”.
Otro factor a tomar en cuenta es que con la Ley Antibloqueo la administración de Nicolás Maduro tendrá amplias libertades para acordar distintos esquemas para la explotación de los campos petroleros.
Lobby en Washington
El régimen de Nicolás Maduro ha intentado acercarse al entorno del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a fin de lograr una flexibilización de las sanciones. Por ahora, analistas no esperan cambios drásticos en este sentido.
Elsa Cardozo, internacionalista, detalló en un foro organizado por el Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, que “por lo dicho en la campaña electoral y por voceros vinculados al gabinete de Joe Biden no parece haber un movimiento de eliminación de levantamiento irrestricto de sanciones; mi impresión es que la expectativa que puede haber es la revisión de aquellas sanciones que tienen efectos sociopolíticos indeseados”.
Entre los puntos en los que se busca una negociación urgente está la sanción que restringe el intercambio de petróleo por diésel. El diésel es un combustible esencial para el transporte de carga, el transporte público y las plantas eléctricas que operan en los estados andinos.
Efraín Velásquez explica que “cuando analizas la estructura productiva de Venezuela te das cuenta que la metalmecánica depende de las tuberías que hace para el sector petrolero, la mitad de la construcción también son obras para el sector petrolero y muchos servicios también están atados al sector petrolero, entonces petróleo y los sectores relacionados representan 40% del PIB”.
En ese sentido, explica que “si no produces petróleo en magnitudes relevantes la economía no va a crecer, esta economía con esa estructura, que no va a revertirse en el corto plazo, no puede crecer y no va a crecer de manera importante”.
Pero en el proceso aparecen oportunidades. “Hay empresas que están aumentando sus volúmenes de producción. En una economía que se está reduciendo ese aumento de volumen es porque hay otras empresas que cierran o pierden participación de mercado. Esto quiere decir que las empresas que estén activas, despiertas y tengan capital para financiar sus materias primas tienen una oportunidad”, dice Efraín Velásquez.
Efectivamente. Me equivoqué al pensar que podíamos salir este año de la hiperinflación. Y dado los números de noviembre pasado, pues en 2021 la hiperinflación nos seguirá acompañando. https://t.co/trWgE4gjiO
— Asdrúbal R. Oliveros (@aroliveros) December 19, 2020
Al analizar el mediano y largo plazo sostiene que el debilitamiento del petroestado “es una oportunidad para que el sector privado tome el liderazgo en el proceso económico, eso implica voluntad, esfuerzo y capital. Hay grupos que han comenzado a meter dinero, pero al mismo tiempo tienes otros saliendo. Pero de cinco a diez años adelante no hay otra alternativa que abrirle los espacios al sector privado”.
Fuente: runrun