El observatorio de medios Nodio, recientemente creado por el gobierno argentino, genera suspicacias en periodistas y organizaciones que velan por la libertad de expresión. Temen el establecimiento de una censura cada vez más férrea por parte del kirchnerismo en el poder.
El Político
En la página web de la Defensoría del Público, ente al cual está adscrito el Observatorio, anuncian que su misión consiste en proteger a la ciudadanía de noticias falsas, maliciosas y falacias. También se hará cargo de identificar sus operaciones de difusión.
Así las cosas, Nodio parte del principio de que las audiencias no son capaces de discernir cuándo un contenido es malicioso. Ese es el primer campanazo de alerta para los defensores de la libertad de expresión. Desconfían de la pulcritud con la que pueda actuar un ente adscrito al gobierno. Temen que Nodio termine por dictar las pautas de lo que se considera malicioso o falaz e imponga, por fuerza, un embudo para las informaciones.
Descontento público y notorio
La Fundación Libertad de Expresión + Democracia (LED), advierte que se violan los artículos 14 y 32 de la Constitución de Argentina, que garantizan la libertad de expresión. La presidenta de dicha fundación, Silvana Giudici, estima que Nodio es el primer paso hacia algo más grave como un Ministerio de la Verdad.
"Se confunde el rol que el Estado tiene que tener sobre la libertad de expresión y se intenta, desde un organismo estatal, decidir qué información es maliciosa o qué información verdadera o falsa", advirtió Giudici.
El abogado y profesor de Derecho Constitucional en la UBA, Félix Lonigro, indicó que “Todo lo que tenga que ver con crear organismos con la finalidad de revisar información y adoptar medidas contra quienes informan, implica siempre mecanismos que en realidad coartan la libertad de expresión. Porque el criterio de desinformación es subjetivo”, publicó Infobae.
El comunicador Marcelo Longobardi, conductor de un programa de opinión de gran audiencia en Mitre, calificó a Nodio como una "Gestapo informativa". Citado por La Nación, Longobardi señaló: "Voy a limitarme a sugerir que hay que tener una vocación muy especial para integrar un organismo de esta naturaleza, una Gestapo informativa. Hay que tener vocación muy particular para supervisar, modelar o influir en la publicación de noticias en un país democrático", aseveró.
En la misma tónica se pronunció en Twitter el periodista, abogado y analista político Eduardo Feinnman, uno de los más reconocidos críticos al kirchnerismo. Considera que se creó un nuevo ente para la censura.