La terapia de conversión es un término que describe prácticas pseudocientíficas, que se utilizan para intentar alterar la expresión de género, la identidad de género o la orientación sexual de una persona.
El Político
Estas prácticas incluyen desde la receta de medicinas hasta electrochoques, internamientos forzados en clínicas y exorcismos.
En Colombia, la Iglesia Católica está poniendo en práctica este tipo de terapias. La aplican a personas —en algunos casos— que son llevadas por familiares, para que "les curen por ser gay".
Testimonio
Danne, un joven transgénero, cuenta cómo fue su proceso, cuando tenía 16 años, una vez que habló sobre su condición: "cuando yo le dije a mi papá que era gay, su primera reacción fue decirme: «Bueno, vamos a ver si hay algún tipo de terapia o algo que podamos hacer para curarte»".
La idea era encontrar una terapia de conversión, que les funcionara con su hijo, para que dejara de ser gay.
"Me obligaban a orar y a sacarme al 'demonio' que tenía dentro": el duro relato de una colombiana sometida a una terapia de conversión gay https://t.co/xY2LYXcBjx #Colombia
— Dan Moshenberg (@danwibg) April 19, 2022
Transgénero
Una persona transgénero es aquella que no se identifica con el género que le asignaron al nacer. Sienten que el sexo con el cual fueron identificados, no coincide con su identidad de género o con el género que sienten que son en su interior. Por eso, suelen definirse como transgénero.
Danne nació como un varón. Su aspecto es absolutamente varonil, con rasgos muy masculinos y una barba muy poblada. Sin embargo él se identifica como una mujer. Incluso, habla de sí misma como ella.
Paciente a terapia
"Mis padres me llevaron a una Iglesia Católica, donde me hacían exorcismos. Los ritos duraban horas. Al final me preguntaban si seguía siendo gay".
"Me echaban cenizas y me decían que mi espíritu estaba marcado y que había que limpiarlo". Cuenta Danne, de nacionalidad colombiana, hoy con 29 años.
Danne es una de las muchas personas de la comunidad LGBT+ que han sido obligadas a participar en las llamadas terapias de conversión, que aún se llevan a cabo en muchos países, incluso en aquellos donde han sido prohibidas.
Los padres de Danne, al confirmar que su hijo era homosexual, comenzaron a buscar información sobre el tema y consultaron con varios especialistas.
Danne agrega datos sobre su historia: "les decían a mis padres que mi carga hormonal estaba muy baja. Me hicieron tomar pastillas para subir mi nivel de testosterona. O decían que era así, porque mi mamá me había consentido mucho. O que quizá me habían violado; aunque eso nunca pasó".
Luego de descartar varias posibles explicaciones sobre el por qué de la condición de su hijo, sus padres decidieron finalmente someterlo a una serie de procesos de corrección sexual, a través de la religión y la espiritualidad, con una terapia de conversión, hecha por la propia Iglesia Católica en Colombia.
Danne explica que la terapia de conversión: "es como un lavado de cerebro. Al final terminas creyendo que sí hay algo malo dentro de ti y que sí te están limpiando de algo".
Finalmente decidió decirles que ya no era gay. "Mentí para salirme de ahí. Sabía que si decía que aún era gay el martirio iba a durar mucho más".
Terapia de Conversión aumenta el riesgo de suicidio en las personas LGBT en Colombiahttps://t.co/lJToeQnzZ5#bienetar #estres #personaslgbt #salud #terapiadeconversion pic.twitter.com/sjhbXIwskG
— Investigación Unicosta (@investigarCUC) February 16, 2022
Para Danne, los nervios, la ansiedad y la presión de toda la gente orando a su alrededor no le dejaron otra opción. Pero todo aquello desencadenó en un severo cuadros depresivos y varios intentos de suicidio.
Las terapias llegaron a a extremos: "me hacían exorcismos, lanzándome agua bendita. Ponían cirios por todos lados, me hacían cruces con cenizas y hablaban de lo que estaba mal en mí y mi orientación sexual", complementa Danne.
Efectividad de la terapia
En una investigación de la Universidad de Coventry, del Reino Unido, se evidenció que las terapias de conversión no funcionan.
El trabajo de investigación fue publicado en 2021. Se entrevistó a decenas de personas que habían sido sometidas a terapias de conversión. No encontraron evidencia alguna de que funcionen. Por el contrario, se determinó que puede tener un impacto negativo en la salud mental de las personas.
Video cortesía FRANCE 24 Español
Manejo de información
Tras esta experiencia, Danne comenzó a investigar sobre lo que le acababa de pasar y lo que significaba ser gay.
Poco después, mucho más informada, Danne se sinceró con sus padres. Les confirmó que seguía siendo gay. Les habló de derechos humanos y decidió involucrarse en el activismo LGBT+ y asistir a manifestaciones y eventos.
En el colegio comenzó a hablar de diversidad. Pero la echaron.
Años más tarde, sus padres le pidieron perdón y ahora la apoyan y la acompañan a las marchas de orgullo gay.
Hoy Danne trabaja como directora de la Fundación Gaat, un grupo de acción y apoyo a la comunidad transgénero.
Desde allí denuncia que las terapias de conversión siguen siendo demasiado comunes. Tanto en Colombia, como en el resto de América Latina y que el tema se ha normalizado e interiorizado.
Vacío legal
Hasta principios de 2022, cinco territorios latinoamericanos habían prohibido las terapias de conversión. Explícitamente: Argentina, Brasil, Ecuador, Uruguay y Puerto Rico.
Aunque en la mayoría de los casos, las leyes no abarcan el tema de una manera lo suficientemente amplia.
En el resto de América Latina existe un vacío legal al respecto.