Los líderes del G7 se reúnen desde este domingo y hasta el martes en el castillo de Elmau, en Baviera, para una cumbre cuyo tema dominante es la guerra de Ucrania y sus estragos económicos, tanto en el precio de la energía como la crisis alimentaria derivada del bloqueo al trigo.
El Político
En sus tres días de reuniones en el castillo bávaro de Elmau, los mandatarios de EEUU, Alemania (país anfitrión y presidente pro tempore del G7), Japón, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá abordarán otros desafíos, como la recesión económica en el horizonte cercano y la problemática derivada del cambio climático.
El canciller alemán Olaf Scholz quiso mostrar confianza sobre sus resultados
El canciller alemán Olaf Scholz, anfitrión de la cumbre, quiso mostrar confianza sobre sus resultados y afirmó: "Podemos tomar decisiones importantes si actuamos unidos y con determinación", reportó Rosario3.
El tema dominante es, obviamente la guerra de Ucrania, aspecto ante el que hay una "cohesión nunca vista" entre el G7 en la voluntad de incrementar el apoyo al país y dar "una señal clara" a Rusia, según fuentes gubernamentales alemanas.
A las primeras sesiones de este domingo, centrada en la economía global, la inflación y la búsqueda de alternativas energéticas, seguirá mañana una intervención virtual del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
La Casa Blanca explicó que en el G7 su presidente buscará coordinarse de cerca con los aliados sobre prioridades como "aislar aún más a Rusia de la economía global, dañar la cadena de suministros de defensa rusos y acabar con la evasión de las sanciones" a Moscú.
Argentina será la invitada especial a esta nueva edición de la Cumbre de Líderes del G7. Es que el presidente Alberto Fernández llevará la "voz latinoamericana", al ser el presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac).
Hará eje en los efectos negativos de la guerra en Ucrania para el hemisferio sur y pondrá en la mesa los reclamos de las naciones de la región.
Los líderes más importantes del mundo se reúnen por el G7
Los líderes dedicarán el primer día de la cumbre a discutir cómo asegurarse fuentes energéticas y combatir la inflación mundial a fin de evitar que el impacto económico de la guerra no divida a los países que lideran la ofensiva de sanciones contra Rusia.
Alemania encarna de por sí este dilema: la primera economía europea acaba de anunciar un mayor recurso al carbón para compensar la caída de las entregas de gas ruso.
Horas antes del encuentro, Rusia lanzó misiles contra a capital de Ucrania que alcanzaron dos edificios residenciales y dejaron al menos dos heridos, dijo el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko. Fueron los primeros bombardeos a la ciudad en tres semanas.
El presidente estadounidense Joe Biden dijo que su país y otros del G7 prohibirán las importaciones de oro desde Rusia como parte de su gran campaña de sanciones para tratar de aislar económicamente al país.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que la medida contra el gobierno del presidente ruso Vladimir Putin será adoptada por su país, Japón y Canadá, además de Estados Unidos.
"Estas medidas golpearán directamente a los oligarcas rusos e impactarán en el centro de la maquinaria de guerra de Putin", declaró Johnson en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP.
La agenda del G7 en Múnich 2022
Durante los tres días de reuniones, los líderes abordarán otros desafíos, como la amenaza de recesión en sus propios países y las crisis ambientales provocadas por el cambio climático. Obligados a no utilizar el gas ruso, las potencias industrializadas del G7 están bajo presión para mantener sus compromisos climáticos, en medio del fantasma de un regreso de los combustibles fósiles más contaminantes.
Además, debatirán la crisis alimentaria mundial provocada por el bloqueo de miles de millones de toneladas de granos de Ucrania y Rusia, lo cual ha provocado un fuerte aumento en los precios de la comida en todo el mundo.
Entre los asuntos a discutir estaba poner un tope a los precios de la energía, a fin de limitar las ganancias que obtenga Rusia por sus exportaciones de gas y petróleo. La idea es impulsada por la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen.