El actor galardonado con el Premio de la Academia Matthew McConaughey asistió a la Casa Blanca para pedir al Congreso llegar a un nivel más elevado y aprobar una iniciativa de ley en honor a los niños y maestras asesinadas el mes pasado en una escuela primaria de su natal Uvalde, Texas.
El Político
En un discurso muy personal de 22 minutos, McConaughey exhortó con todas sus fuerzas al Congreso, que se encuentra estancado sin llegar a un acuerdo, para que apruebe las reformas a las leyes sobre armas que pueden salvar vidas sin infringir los derechos de la Segunda Enmienda Constitucional, que permite la posesión de armas a los civiles.
McConaughey, quien también es propietario de armas, usó su poder estelar para hacer un argumento a favor de la legislación de una manera que la administración Biden no ha conseguido, ofreciendo una conexión clara con la pequeña ciudad de Texas y detallando la irreparable pérdida de los 19 niños y dos maestras en segundo tiroteo masivo más mortífero de la historia de Estados Unidos, reportó CNN.
McConaughey pidió escuelas seguras
“Queremos escuelas seguras y queremos que las leyes de armas no le faciliten a los tipos malos obtener las malditas armas”, dijo McConaughey.
McConaughey, quien previamente este año consideró postularse a la gobernatura de Texas, se reunió brevemente en privado con el presidente Joe Biden antes de dirigirse a los corresponsales de prensa de la Casa Blanca desde la sala James Brady.
El actor, quien rechazó responder preguntas, habló sobre su propia conexión con la pequeña ciudad. Dijo que su madre daba clases en el jardín de infantes a menos de una milla (1,6 kilómetros) de la Escuela Primaria Robb de Uvalde, el lugar donde ocurrió el tiroteo masivo del 24 de mayo. También señaló que en Uvalde aprendió las responsabilidades de ser propietario de un arma.
Nativo de Uvalde
“Uvalde es donde me enseñaron a respetar el poder y la capacidad de la herramienta que llamamos arma. Uvalde es el lugar donde aprendí de una propiedad responsable de armas”, dijo.
McConaughey y su esposa condujeron a Uvalde el día después del tiroteo y estuvieron con los familiares de algunas de las víctimas y otros directamente afectados por el tiroteo.
Dijo que cada padre con el que habló expresó que quería que los sueños de sus hijos vivieran. “Quieren que la pérdida de su vida importe”, expresó McConaughey.
El actor contó algunas historias personales de varias de las víctimas.
McConaughey pidió soluciones
También sostuvo una obra de arte de Alithia Ramirez, quien soñaba con estudiar arte en París. Contó la historia de Maite Rodríguez, una aspirante a bióloga marina. La esposa de McConaughey, la modelo brasileña Camila Alves, sentada cerca durante su discurso, sostenía los tenis Converse verdes que Maite solía usar, uno de ellos tenía dibujado un corazón rojo en la punta para representar su amor por la naturaleza. Y también estaba Eliahna “Ellie” Garcia, de 10 años, a quien le encantaba bailar, ir a la iglesia y quien ya sabía cómo conducir tractores. Ellie estaba ilusionada porque iba a leer un versículo de la biblia en una misa, pero fue asesinada.
McConaughey reconoció que las leyes sobre armas no terminarán con los tiroteos masivos, pero dijo que se pueden tomar medidas para reducir las posibilidades de que ocurran esas tragedias tan frecuentemente.
“Necesitamos invertir en salud mental. Necesitamos escuelas más seguras. Necesitamos restringir la cobertura sensacionalista en los medios. Necesitamos restaurar nuestros valores familiares. Necesitamos restaurar nuestros valores estadounidenses y necesitamos una propiedad responsable de armas”, dijo McConaughey.
“¿Esto es una cura para todo? Para nada, pero la gente está sufriendo”, enfatizó el actor.