Los socorristas que buscaban desde el viernes entre los escombros de un pequeño edificio cercano a Nápoles, en el sur de Italia, anunciaron este sábado que encontraron los cadáveres de los ocho habitantes declarados desaparecidos, entre ellos dos niños.
Desde el derrumbe, el viernes al amanecer, del edificio de cuatro plantas ubicado frente al mar en Torre Annunziata, decenas de bomberos y voluntarios buscaban entre los escombros trabajando a manos limpias, bajo un sol abrasador, y luego utilizando potentes reflectores.
Pero, según avanzaban los trabajos este sábado temprano, sólo encontraron cadáveres. La parte del edificio en el que se encuetran las partes comunes de las viviendas quedó en pie, no obstante, la de las habitaciones donde los habitantes dormían quedó reducida a escombros.
Según varios medios locales, una de las víctimas era un arquitecto, funcionario encargado de controlar la seguridad de los edificios públicos y privados de esta comuna de unos 40.000 habitantes, al pie del volcán Vesubio. Murió junto a su esposa y su hijo de 27 años.
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Las otras víctimas son una pareja y sus hijos de 8 y 14 años, así como una costurera sexagenaria que vivía sola.
La Fiscalía de Torre Annunziata abrió una investigación por "derrumbe por negligencia", aunque las causas del drama aún no están claras. Varias personas solamente mencionaron que se trataba de un edificio en mal estado, cuyas plantas inferiores estaban siendo renovadas.
