Decretar el cierre del poder legislativo no es algo que ocurra con frecuencia en países democráticos. Sin embargo, hace alrededor de seis meses fue disuelta la Asamblea en Perú y esta semana ocurrió algo parecido en Ecuador. ¿En realidad son hechos similares? No. Las diferencias son significativas.
El Político
El 7 de diciembre de 2022 el entonces presidente de Perú, Pedro Castillo, sorprendió a sus conciudadanos y al mundo al anunciar la disolución del legislativo y el comienzo de un gobierno de excepción. El hecho se interpretó como un autogolpe de Estado y Castillo terminó depuesto y encarcelado.
El 17 de mayo de 2023, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció la disolución del legislativo. Pero la gran diferencia es que la figura está contemplada en la Constitución y no representó el inicio de un gobierno de excepción. Por el contrario, durante los siguientes meses, en los que gobernará por decreto, será supervisado por el máximo tribunal del país.
Además convocó a elecciones generales. No sólo se elegirán nuevos parlamentarios, sino también nuevo presidente de Ecuador. Ya el Consejo Nacional Electoral está trabajando en el cronograma de la votación.
Lo que dice la Carta Magna
La decisión tomada por Lasso se sustentó en el artículo 148 de la Constitución de Ecuador que permite disolver la Asamblea Nacional si se atribuye funciones que no le competen constitucionalmente, o si obstruye la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo, o por grave crisis política y conmoción interna. Basado en esto último actuó Lasso y aplicó el mecanismo que se conoce como “muerte cruzada”.
De inmediato, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional anunciaron su respaldo a la institucionalidad democrática. Eso incluye al Ejecutivo y al Legislativo.
Mensaje de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional a los ecuatorianos.#ElPuebloDecide https://t.co/IydBd1KO1z
— Presidencia Ecuador ?? (@Presidencia_Ec) May 17, 2023
En el caso peruano, la Constitución no contempla un mecanismo tan expedito. Para poder disolver el Congreso es necesario que la asamblea haya censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros. Ese es el único escenario en el que legalmente se podría cerrar la Asamblea. Pero no se puede instaurar un régimen de excepción, sino convocar de inmediato a elecciones legislativas.
Es sabido que a Castillo le fue difícil gobernar con un parlamento adverso, tal como le ha ocurrido a Lasso. Sin embargo, en democracia la institucionalidad es esencial. Lo que no está en la Carta Magna, interfiere con la institucionalidad. Por eso, en Perú, la vicepresidenta Dina Boluarte asumió la primera magistratura y contó con el respaldo de las Fuerzas Armadas, porque se cumplió la ley en el proceso.
Aunque Lasso actuó apegado a Derecho, los asambleístas, especialmente los acólitos del expresidente Rafael Correa, ya anunciaron que impugnarán el decreto que disolvió al Legislativo. El propio Correa declaró que "se librarán de Lasso" y que la medida fue un clavo para su propia urna.
Fuente: Infobae