El Político.- La crisis económica en Venezuela ha generado el mayor éxodo en la historia de nuestro país, motivado por la hiperinflación y los altos niveles de inseguridad, los cuales mantienen a los ciudadanos en un limbo del cual no pueden escapar.
Por esta razón, los venezolanos han tomado rumbo a otros países para intentar obtener una mejor calidad de vida, siendo Perú uno de los principales destinos, con un total de más de 8.000 venezolanos que ingresan cada mes a este país huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro y de las crisis humanitaria que imposibilita las condiciones mínimas de salud y alimentación.
Instan a América Latina en dar respuestas a los refugiados venezolanoshttps://t.co/sRtA9EU05Q pic.twitter.com/jjXzsVUaus
— El Político (@elpoliticonews) February 20, 2018
Una de esas 4 millones de personas de la diáspora venezolana, Reymar Perdomo, canta desde el corazón lo que se siente irse de se terruño empujado por la crisis, es que no permite tener la opción de dejar el país.

Esta docente de profesión, con 12 años de experiencia en escuelas de nuestro país, emigró hace apenas 2 meses, entusiasmada por su madre, en la búsqueda de una mejor vida. Le fue difícil desprenderse de la carrera musical que emprendía desde su natal San Juan de los Morros, en Guárico, construida, en parte, por su participación en Generación S, un espacio que le ofreció Venevisión para explotar su talento. Aun así, resolvió irse “recortada” de dinero, pero se fue.
La canción fue compuesta por Perdomo, quién utilizó el parque Kennedy, situado en Lima, Perú, como su escenario y por medio de su canto y de la melodía interpretada con su cuatro, contó a los presentes todo lo que tuvo que pasar, primero para decidirse a dejar su cuna, a su familia y a sus amigos, y posteriormente para establecerse en el país que la recibió con los brazos abiertos.
El éxodo es la dimensión humanitaria internacional de las diversas crisis internas de Venezuela. Hasta 2.2 millones de venezolanos, de un total de 30 millones, hoy viven en el extranjero y las cifras aumentan con rapidez a medida que el país se hunde en la hiperinflación, la crisis de la deuda y el autoritarismo.