La violencia, los asesinatos y las desapariciones en el estado de Veracruz dejaron de ser una novedad desde hace años, por lo menos desde el último sexenio, cuando el ex gobernador y expriista aún prófugo Javier Duarte, hizo de este fenómeno algo de todos los días.
Redacción El Político
Lo que ahora resulta ser una novedad en el rancho El limón, donde hace poco más de un año los restos de cinco jóvenes desaparecidos originarios de Tierra Blanca, Veracruz fueron encontrados, es que lo que quedó de aquellos jóvenes no es lo único que se escondía debajo de ese terreno, pues al parecer los restos de cerca de 10 mil personas acompañaban a los cadáveres de aquellos jóvenes veracruzanos.
Las personas que acabaron en el Rancho el Limón eran sometidos a un proceso salvaje y macabro que evidencia la colusión del narcotráfico con las autoridades y demuestra el lado más frío de la humanidad.
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"Las personas eran casi siempre entregadas por la policía, después eran ejecutadas de un balazo en la cabeza y ya muertos sus extremidades eran separadas una por una utilizando un hacha. Después esos restos eran sumergidos en un tambo lleno de diesel hirviendo, explica el portal digital Animal Político.
Hasta ahora, de los que se cree son los restos de más de 10 mil personas, sólo se han podido identificar 4, pues las condiciones de los cuerpos, más bien los pedazos que algunas vez conformaron a una persona en su totalidad, son extremadamente pequeños; se cree que las piezas más grandes apenas llegan a los tres centímetros y corresponden a los fémures de algunas víctimas.