El 54% de los ciudadanos de EEUU adultos considera que la decisión de salir definitivamente de Afganistán fue la correcta, mientras que el 42% opina lo contrario, según el último sondeo del Pew Research Center.
El Político
Dicho sondeo fue elaborado entre el 23 y el 29 de agosto, en los últimos días de las tropas de EEUU en el país asiático, marcados por el caos en las evacuaciones y el atentado terrorista del 26 de agosto en el que murieron más de 180 personas, entre ellos 13 soldados estadounidenses.
El 69% de los encuestados cree que el gobierno de Joe Biden ha gestionado mal la situación en Afganistán, mientras que 27% considera que el manejo ha sido bueno, reportó Univision.
Apoyo en EEUU
Respecto a si un Afganistán controlado por los talibanes es una amenaza para EEUU, el 46% opina que es una gran amenaza y el 44% que es una amenaza menor.
Los republicanos dicen temer más ese escenario que los demócratas, un 61% entre los primeros y un 33% entre los segundos cree que el poder talibán en Afganistán es una importante amenaza para la seguridad de EEUU.
EEUU se retira tras 20 años
Tras la salida este lunes del núcleo duro de la legación diplomática, Estados Unidos ha dicho adiós a Afganistán después de dos décadas de presencia militar, al frente de una coalición internacional cuyos efectivos se adelantaron en unas horas a la salida de los estadounidenses.
El epílogo del doble operativo -repatriación y repliegue militar al tiempo- fue tan convulso como había alertado el Pentágono, con el lanzamiento de seis cohetes por el ISIS, cinco interceptados por el sistema antimisiles estadounidense, un día después del bombardeo preventivo que supuestamente costó la vida el domingo a varios civiles en Kabul.
Los aviones militares que transportaban a los últimos soldados de los casi 6.000 desplegados por el Pentágono para gestionar la evacuación, despegaron de Kabul poco antes de la medianoche, hora local.
Fue el punto final ―un punto y aparte, según los más realistas― a la guerra más larga y al mayor puente aéreo de EE UU, que ha puesto a salvo a casi 120.000 estadounidenses y afganos.
Caos en la retirada
Por el caos que ha rodeado la retirada, y aún más por el broche luctuoso del atentado, costará pronunciar en voz alta, henchida de patriotismo, el tradicional “misión cumplida”; la proclama que el presidente George W. Bush hizo en mayo de 2003 sobre Irak, antes de que el país árabe fuera engullido por la violencia sectaria y la barbarie del ISIS.
La salida de Afganistán debería ser el fin de una era, pero tiene más de final abierto; por la incierta suerte que aguarda a los miles de afganos que quedan atrás, muchos de ellos atrapados en el laberinto de la burocracia; por la continuación, por otros medios, de la evacuación, según las garantías dadas a 98 países, incluido EE UU, por los talibanes; pero sobre todo porque el cierre de la misión deja un sangriento epílogo: el renovado terrorismo del Estado Islámico; un grupo que no existía cuando Bush embarcó a EE UU en la guerra contra el terrorismo en 2001; y que parecía debilitado tras sus derrotas en Irak y Siria.