Estudios sistemáticos en los últimos 50 años, han comprobado que la forma en que los medios muestran (y estereotipan) a minorías étnicas y raciales, determina la forma en la que el público general los percibe y categoriza. Esto no es trivial ni pasajero, porque el estereotipo que se crea influye en muchas instancias:
“La elección de palabras e imágenes por parte de los medios modela la forma en que las personas perciben y evalúan las políticas, particularmente con respecto a los problemas raciales”, escriben las investigadoras Emily M. Farris de la Universidad Cristiana de Texas y Heather Silber de la Universidad de Clark en un artículo académico de 2018. “La cantidad y la calidad de la cobertura de prensa también pueden influir en la medida en que las personas interpretan y priorizan un tema de política dado”.
Gonzalo Morales Divo / El Político
Y no solo eso, sino que afecta la percepción del individuo sobre sí mismo. La imagen de una mayoría puede llegara a ser la que comparta el individuo descrito por esa opinión. Si es negativa o susbestima al objeto de la percepción, puede afectar muy negativamente a la persona. Eso prueban muchos estudios al respecto.
Los estudios señalan que la cobertura mediática de una étnia o de un grupo social, afectan profundamente la percepción que ese grupo tiene de sí mismo. Por ejemplo, la caracterización de los afroamericanos en la primera mitad del siglo XX era vejatorio, mostrando poca educación, lenguaje deficiente y reducida a la música, al baile y otras actividades lúdicas que excluían lo intelectual.
Por tanto, muchos activistas y periodistas han llamado la atención a líderes de opinión o medios, a no generalizar a grupos étnicos o foráneos por los atributos de un grupo mayoritario o más público. La prensa ha sido más cuidadosa al respecto, dividiendo el total en segmentos socio-económicos y otras divisiones conceptuales.
Con los hispanos, temas como la inmigración ilegal, tráfico de drogas o delincuencia eran comunes en la prensa, apuntando principalmente a los barrios de bajos recursos en los estados fronterizos con México. De modo que temas realmente auspiciosos o relevantes, como la contribución social y económica de los latinos, quedaba en un segundo plano o excluida del todo.
La relevancia ha impulsado un mejor dimensionamiento
Una quinta parte (cerca de 19%) de la población estadounidense se define como "hispana" o "latina". Ambas denominaciones han llegado a significar lo mismo: personas nacidas en un país de habla hispana en Latinoamérica, así que las usaremos indistintamente.
Por tanto, presentaremos un panorama de la imagen latina en el ámbito noticioso del país, para lo cual me baso en el estudio Picturing Immigration: How the Media Criminalizes Immigrants (Representando la Inmigración: Cómo los Medios Criminalizan a los Inmigrantes), en el cual se estudiaron 338 imágenes aparecidas en revistas noticiosas como Newsweek, Time y U.S. News & World Report.
Entre los hallazgos más relevantes del estudio tenemos que:
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Más del 54% de las imágenes estudiadas que mostraban a inmigrantes los presentaban como no autorizados para estar en los EE. UU. Pero menos del 25 % de la población nacida en el extranjero del país no está autorizada, señalan los investigadores, Emily M. Farris, profesora asistente de Ciencias Políticas. en Texas Christian University, y Heather Silber Mohamed, profesora asociada en el departamento de ciencias políticas de Clark University.
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Alrededor del 40% de todas las imágenes asociadas con la cobertura de inmigrantes o la política de inmigración muestran a los agentes fronterizos o policiales de EE. UU. y México, incluidos los agentes fronterizos. Los medios de comunicación incluyeron muros fronterizos y cercas en el 19% de las imágenes.
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De las 202 imágenes que representan a inmigrantes, alrededor de una cuarta parte representan a inmigrantes trabajando. Los investigadores estiman que el 73,1% de estas imágenes muestran a inmigrantes ocupados en trabajos de baja cualificación, como jornalero, y el 26,9%, en trabajos de alta cualificación, como programador informático.
Las investigadoras derivan que:
“Tanto el texto como las imágenes de los medios a menudo enmarcan a los inmigrantes bajo una luz negativa y que es inconsistente con la demografía real de los inmigrantes. Dado el poder del encuadre en la formación de actitudes hacia los inmigrantes y la política de inmigración, estos resultados son preocupantes por su inexactitud”.
En la próxima entrega, analizaremos un poco más la narrativa incompleta y sesgada contra buena parte de la población latina, y la verdadera cara de comunidades que aportan una inmensa cantidad de talento, beneficios económicos y culturales.