Argentina ya tiene en sus archivos el primer grupo de documentos del Departamento de Estado de EEUU relacionados con la última dictadura militar (1976-1983), que el presidente Barack Obama prometió entregar tras su visita a Buenos Aires, en marzo pasado. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, entregó las actas en mano al presidente Mauricio Macri durante un breve encuentro en la Casa Rosada. El gesto ha puesto en evidencia las buenas relaciones que cultivan los gobiernos de EEUU y Argentina desde que Macri puso fin en diciembre a la beligerancia diplomática impulsada por el kirchnerismo durante 12 años. "Más [documentos] serán entregados en el futuro (…) La relación entre EE.UU. y Argentina es de mirar a futuro. Pero tenemos que ser conscientes de las lecciones del pasado.", dijo Kerry en una rueda de prensa junto a la canciller argentina Susana Malcorra.
El espíritu de la visita de Kerry ha seguido la estela dejada por Obama a finales de marzo, cuando EEUU decidió sumar a Argentina a la lista de sus aliados regionales. El fin del discurso anti norteamericano que cultivaron Néstor y Cristina Fernández de Kirchner, la crisis en Venezuela y el eje bolivariano y el giro político en Brasil colocaron a Argentina como un socio modélico en una América Latina en proceso de cambio. En este escenario se produjo la visita de Kerry, quien hizo una escala de 24 horas en Buenos Aires antes de viajar a Río de Janeiro, Brasil, donde representará a EEUU en la apertura de los Juegos Olímpicos. Su visita ha sido breve, pero cargada de anuncios y elogios hacia la gestión de Macri. Kerry recordó que en 2002 su país ya desclasificó más de 4.000 cables y otros documentos del Departamento de Estado redactados durante la dictadura en Argentina y que en marzo pasado, en Buenos Aires, Obama prometió "identificar y compartir" más documentos en respuesta a un pedido de Macri y de organizaciones de los derechos humanos. No ha sido ese el único gesto que trajo desde Washington.
Durante un encuentro con empresarios, el funcionario norteamericano dijo que el gobierno argentino “va por el buen camino” y pidió “paciencia” a los argentinos que esperan la llegada de inversiones. Luego de su reunión con Malcorra no ahorró palabras para destacar el giro diplomático de Buenos Aires. Para dejar en claro el entusiasmo de la Casa Blanca, Kerry leyó en español la frase que eligió para describir esta nueva etapa: “La relación entre EEUU y Argentina es saludable y activa, tanto entre nuestros gobiernos como entre nuestra gente”. En esa línea anunció la decisión de Washington de sumar a los argentinos al sistema Global Entry, un beneficio que acelera los trámites en migraciones de los aeropuertos a viajeros de países considerados “confiables”. No se trata del fin de los visados, pero es sin duda una exhibición de confianza hacia la Casa Rosada.
El gobierno de Macri ha respondido, por ahora, con el anuncio de que recibirá a 3.000 refugiados de la guerra en Siria. Kerry prometió que EEUU ayudará al país sudamericano en ese proceso. Dejó abierta además la puerta a una ayuda financiera, como ha pedido Argentina, pero sin dar demasiadas precisiones. “No podemos decir que tipo de apoyo financiero habrá, pero sí que habrá ayuda en materia de seguridad”, dijo Kerry. La canciller Malcorra, a su turno, prometió que Argentina cumplirá con los compromisos que ha asumido ante EEUU. “Son compromisos que estamos dispuestos a seguir. Es una jornada larga, no es una construcción de tiempos y espacios comunes que no se logra en un solo día y como tal, contamos con equipos de dos lados para mantener vivo el diálogo político”, dijo Malcorra. Lo cierto es que soplan nuevos aires en Sudamérica, y EEUU ha elegido que el mejor interlocutor para sumarse a esos cambios políticos es Argentina.
Con información de El País