El "empresario turístico" Rafael Oliveros, será el nuevo concesionario del antiguo Hotel Intercontinental Guayana, ahora Venetur Orinoco, esto por decisión " a dedo" del gobernador del estado Bolívar, Ángel Marcano, aunque dicha decisión ya había sido ordenada por el ministerio del Turismo.
Mario Beroes/El Político
Rafael Oliveros, ahora empresario dedicado al turismo, sale a la luz pública luego de organizar una fastuosa fiesta por su cumpleaños en el Tepuy Kusari, en febrero de este año.
Oliveros es director del grupo La Marea y de Miragua, una asociación turística que maneja un club de playa del mismo nombre, una fundación y dos hoteles boutique entre Playa el Agua y Manzanillo; Room Garden y San Patricio, en el estado Nueva Esparta.
También es dueño del campamento turístico Canaima en el parque nacional La Gran Sabana y el restaurante White Comedor, en la base aérea La Carlota, en Caracas.
Ahora suma a su "lista de bienes" el hotel construido cerca del Parque La Llovizna, en Puerto Ordaz, ícono del turismo en esa ciudad al sur del país.
Sus vínculos con el turismo vienen de una estrecha amistad con la ex ministro del Turismo, Marlenys Contreras, esposa de Diosdado Cabello, vicepresidente del Psuv, entidad política gobernante en Venezuela.
De hecho, a través de la "cartera turística" del ministerio se le otorgaron 72.000.000 de dólares, con los cuales construiría 72 restaurantes y 40 tiendas para pequeños comerciantes.
Los locales eran para los que quedaron sin trabajo, los emprendedores de la zona. Pero en la actualidad el bulevar de Playa El Agua luce vacío y con quioscos cerrados.
Reactivar el turismo en Bolívar
Según la nota de prensa de la gobernación del estado, la entrega del hotel a Oliveros "reforzará el turismo en la región".
La inversión que hará Oliveros en el antiguo Intercontinental Guayana es de $ 7.000.000 de dólares, según datos confirmados por el propio gobernador Marcano.
Extraña que los trabajos de restauración se estén ejecutando a puerta cerrada. Dos portones antes del hotel, custodiados por funcionarios de una empresa privada de seguridad impiden el paso.
El hotel fue intervenido y estatizado en el año 2010. Por mucho tiempo la edificación sirvió como sede de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes).
El hotel está a la entrada de Puerto Ordaz, bordeando las costas del río Caroní, con vista al salto La Llovizna.
Tenía un casino y un centro de convenciones. Contaba con 189 habitaciones y 465 plazas camas.