El enviado de Estados Unidos para Centroamérica, Ricardo Zúñiga, indicó que América Latina vive un momento “muy amenazante porque las sociedades están bajo presión por problemas estructurales”.
El Político
Así lo dijo Zúñiga en una entrevista con el diario EL PAÍS, donde hace una revisión sobre la región, y se pronuncia sobre la situación en Nicaragua, Cuba, El Salvador y Venezuela.
El funcionario precisó que se trata de “una crisis mucho menos ideológica, es una crisis de confianza en los gobiernos”.
Corrupción y falta de transparencia
Al referirse al tema de a la promoción de inversiones como una estrategia de EEUU para frenar la migración y proveer mejores condiciones de vida en Centroamérica, Zúñiga subrayó que — en efecto— es necesario “herramientas para invertir”, y de allí el papel fundamental de EE UU y la comunidad internacional en abordar otras de las causas de la desinversión, reportó ElTiempoLatino.
“La corrupción y la falta de transparencia son los grandes impedimentos a las inversiones”, dijo al reconocer que materializar recursos, por ejemplo en Nicaragua, “muchas veces no se puede porque el propio Gobierno lo obstaculiza al intentar controlar los recursos y desviarlos a sí mismos o sus aliados”.
“Los gobiernos autoritarios de la región han mostrado su fracaso a la hora de solucionar los problemas”, agrega, pero aun así este tipo de regímenes, como en Cuba y Venezuela han demostrado lo que él definió como una “señal de alarma”:
“Si tener un flujo mínimo de recursos sirve para mantenerse, el poder del resto de la región que es democrático debe preocuparse mucho porque significa que el autoritarismo prospera pese a crear una enorme destrucción”.
La concentración de poder conduce a más corrupción
Su solución, dice, es que “a una democracia imperfecta es más democracia, no el populismo o el autoritarismo, ya que, como hemos visto en todo el mundo y, muy especialmente, en América, la concentración de poder conduce a más corrupción, menos eficacia y menos transparencia. Cuanta más democracia, en cambio, más rendición de cuentas y mejor gobernanza”.
En esa línea, destacó que la administración de Biden ha puesto como un objetivo central ayudar a los países de Centroamérica a frenar las causas de la migración desordenada que sirve al crimen organizado.
EEUU, además, ha impuesto sanciones a Cuba y a Venezuela, como una forma de ejercer presión en esos países, cuyos resultados no se dejan entrever a simple vista. Incluso pareciera que no dan resultado.
Zúñiga defiende el mecanismo: “Es importante que las sanciones identifiquen a los individuos involucrados en actividades antidemocráticas, aunque no vayan a derivar en un cambio inmediato de la situación. En muchos casos llevó muchos años llegar a este punto y va a llevar muchos años volver a una senda positiva”.
Caso de El Salvador
En relación con la situación de El Salvador, señaló que “estamos muy preocupados por la dirección que está tomando el país, sobre todo en los últimos meses"
Agregó, en ese sentido, que "hemos expresado nuestra preocupación con la continua presencia de actores corruptos en el liderazgo de El Salvador. Nos preocupa especialmente la velocidad de unos cambios que buscan socavar los valores democráticos. Es muy importante que trabajemos con la comunidad internacional sobre este asunto”.
Sin estrategia para América Latina
Ante las críticas de que el gobierno estadounidense no tiene una estrategia clara frente a América Latina, Zúñiga responde:
“Hemos mantenido una relación intensa con América Latina (…) El hecho de que este Gobierno haya puesto la lucha contra la corrupción en el centro de la política exterior ya refleja muy bien la importancia de los intereses de la región.
También estamos en contacto con la sociedad civil en la defensa de los derechos, no solo LGBT, sino también de las comunidades indígenas y otros que se sientan excluidos.