A estas alturas de la noche ya se puede hablar de un intento de golpe de Estado fallido en Turquía. Después de que el Ejército se hiciera con el control de puntos estratégicos de Ankara y Estambul, Recep Tayyip Erdogan llamó a la ciudadanía a la rebelión callejera contra el golpe de Estado.
Miles de partidarios se han lanzado a las calles de Ankara y Estambul y se han enfrentado al Ejército, que ha respondido con disparos causando al menos dos muertos entre los civiles. La imagen de la televisión pública turca "TRT" siendo liberada por los propios ciudadanos ha certificado el fracaso del golpe.
El presidente del país, el islamista Recep Tayyip Erdogan, llegó en un vuelo al aeropuerto Atatürk de Estambul, poco después de que el portavoz de la presidencia anunciara el fin de la intentona golpista.
"Ningún poder está por encima de la voluntad popular", ha asegurado el presidente turco nada más aterrizar ante las televisiones del país.
El presidente se ha presentado como la víctima de una traición, cuyos "responsables lo pagaran muy caro", y ha justificado, por ello, una inminente limpieza en las filas del Ejército.
Con Información de ABC