Es difícil hacer generalizaciones amplias sobre la naturaleza política de una región tan diversa y dinámica como América Latina.
Gonzalo Morales Divo/El Político
La región ha tenido una variedad de gobiernos y movimientos políticos a lo largo de su historia, que han oscilado entre la izquierda y la derecha del espectro político.
América Latina ha sido cuna de importantes movimientos y líderes de izquierda, y ha experimentado olas de gobiernos de izquierda en las últimas décadas, en países como Venezuela, Bolivia, Brasil, Argentina, Ecuador, y más.
Ha habido, sin duda, gobiernos y movimientos de centro y de derecha en muchos de estos mismos países y en otros, como Chile, Colombia, México y Perú.
Pero la izquierda ha dejado su marca en algunos de los más poblados, como México, Brasil, Colombia y en los menos poblados, también ha influido.
La relación de América Latina con la política de izquierda también ha sido aupada por factores históricos y socio-económicos.
La desigualdad económica, la injusticia social y las herencias del colonialismo han alimentado los movimientos de izquierda en la región.
Además, la intervención extranjera, particularmente durante la Guerra Fría, ha tenido un impacto significativo en la política de la región, donde la izquierda aprovecha estas injerencias para promover movimientos endógenos y nacionalistas.
Dicho esto, la idea de que América Latina es "de izquierda por naturaleza" podría ser una simplificación excesiva.
Las preferencias y tendencias políticas varían considerablemente de un país a otro, y dentro de los propios países, y están sujetas a cambios a lo largo del tiempo.
También debe tenerse en cuenta que las definiciones de "izquierda" y "derecha" pueden variar de un contexto a otro, y que la ideología política de un gobierno o un movimiento no siempre determina sus políticas o comportamiento.
¿Qué grandes tendencias o eventos de izquierda política han ocurrido en Latinoamérica en los últimos 50 años?
La política de América Latina en los últimos 50 años ha sido marcada por una serie de tendencias y eventos significativos en relación con la izquierda política. Aquí están algunos de los más destacados:
La Revolución Sandinista (1979): En Nicaragua, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), un grupo de izquierda, derrocó a la dictadura de la familia Somoza y estableció un gobierno revolucionario.
El Socialismo del Siglo XXI (inicios del 2000): Esta tendencia fue encabezada por Hugo Chávez, quien promovió un modelo de socialismo basado en la distribución de la riqueza del petróleo, la participación popular y la integración latinoamericana. Esta tendencia influyó en otros países, incluyendo Bolivia con Evo Morales y Ecuador con Rafael Correa. Vale decir que el experimento fue efectivo para quienes lo lideraron pero nada auspicioso para las habitantes de Venezuela y los países que replicaron tan ineficiente y corrupto tipo de régimen.
La "Marea Rosa" (finales de los años 90 e inicios del 2000): Durante este período, una serie de gobiernos de izquierda o centro-izquierda llegaron al poder en América Latina, incluyendo a Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina, Tabaré Vázquez en Uruguay, y Michelle Bachelet en Chile, entre otros.
El Proceso de Paz en Colombia (2016): El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un grupo guerrillero de izquierda, firmaron un acuerdo de paz que puso fin a más de 50 años de conflicto armado.
La elección de Andrés Manuel López Obrador en México (2018): La elección de AMLO marcó un giro hacia la izquierda en México, un país que durante mucho tiempo estuvo dominado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de centro-derecha y el Partido Acción Nacional (PAN) de derecha.
Estos son solo algunos ejemplos y no representan la totalidad de los eventos o tendencias de izquierda en América Latina en los últimos 50 años, pero están entre los principales. Cada uno de estos sucesos tiene su propio contexto y características particulares, y han tenido impactos variados en la región.
Epílogo
La izquierda en Latinoamérica no se ha mantenido por voluntarismo o descuido de la derecha. Prospera precisamente porque impera la pobreza en la mayoría de los países.
El populismo es común y la estabilidad democrática suele ser la excepción.
Sin una guerra decidida contra esa pobreza, sin una reestructuración de la clase política en la mayoría de los países, el status quo perdurará.
América Latina arrastra muchos lastres, pesados y necesitados, mientras mira hacia el futuro con la esperanza remota de que se levante una generación que desmantele la tradición política, modernice los sistemas, logro un equilibrio izquierda-derecha y acometa con seriedad la reconstrucción de una subcontinente que tiene todo para prosperar, excepto la voluntad política de sus líderes y de una parte de la sociedad.