China ha respondido contundentemente a la reciente imposición de aranceles del 10% por parte de Estados Unidos sobre productos chinos, anunciando sus propias tarifas y llevando el asunto a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
A partir del 10 de febrero de 2025, China impondrá aranceles del 15% sobre el carbón y el gas natural licuado de Estados Unidos, y del 10% sobre el petróleo crudo, maquinaria agrícola, y ciertos vehículos.
Esta medida es una represalia directa a las tarifas estadounidenses, que fueron implementadas como parte de un esfuerzo para combatir el tráfico de fentanilo desde China.
El gobierno chino ha declarado que presentará un reclamo ante la OMC, argumentando que las acciones de Estados Unidos violan gravemente las normas comerciales internacionales. Un portavoz del Ministerio de Comercio expresó que las medidas unilaterales de Washington no solo agravan los problemas internos de EE.UU., sino que también interrumpen la cooperación económica entre ambas naciones.
Además de los aranceles, China ha iniciado una investigación antimonopolio contra Google y ha incluido a empresas estadounidenses como Illumina y PVH en una lista de "entidades no fiables". También se han anunciado nuevos controles sobre la exportación de metales raros, lo que podría afectar a diversas industrias globales.