El Partido Popular persiste en la búsqueda de fórmulas para abrir el partido a la militancia pese a que, de entrada, se resiste a asumir el compromiso de que los afiliados elijan directamente al presidente, impulsado por ellos mismos en la conferencia política de julio de 2015. La ponencia de Estatutos que los populares debatirán en el congreso que celebran en febrero incorporará cambios pero no asumirá explícitamente el modelo de un militante, un voto tal y como habían anunciado.
En este contexto el responsable de la Ponencia de Estatutos, Fernando Martínez-Maillo, vicesecretario de Organización del PP, está manteniendo reuniones y contactos con los presidentes autonómicos para conocer sus posiciones sobre este asunto y vislumbrar juntos una "solución", según confirman dirigentes del PP.
En estos momentos, según las fuentes consultadas, las presidentas de Madrid y la Comunidad Valenciana, Cristina Cifuentes e Isabel Bonig, defienden el sistema de un militante, un voto; mientras que el gallego Alberto Núñez Feijóo y el andaluz Juan Manuel Moreno se decantan por mantener el modelo actual de compromisarios, este último con algún sistema correctivo, y Juan Vicente Herrera, presidente del PP de Castilla y León, propone una fórmula mixta.
A pesar de que Cifuentes avanzó que el PP de Madrid lideraría en el congreso la defensa de las primarias -en su caso aboga no sólo porque las bases escojan al presidente en sus distintos ámbitos territoriales, si no que también elijan a los candidatos- fuentes populares aseguran que está dispuesta a «negociar» una alternativa. En todo caso desde el PP de Madrid se insiste en que llevarán esta reivindicación al congreso al margen incluso del portavoz popular en el Ayuntamiento, Íñigo Henríquez de Luna, que por tercera vez presentará su histórica enmienda sobre las primarias.
En Valencia, su presidenta Isabel Bonig se declara abiertamente a favor del sistema de un militante, un voto pero con algunas condiciones como que los afiliados estén al corriente de pago de la cuota o que sea necesario un tiempo mínimo de militancia para evitar afiliaciones masivas a última hora a favor de un posible candidato. En definitiva, explican, "sólo votarían los que paguen, los que tienen derecho a voz pero no a voto". La distinción es muy importante porque en el PP el pago de la cuota es voluntaria y sujeta a la situación económica de cada militante. De hecho, dirigentes del partido sostienen en privado que los censos están «hinchados» y que el número de personas que pagan cuota es muy inferior a los 860.426 militantes que el PP reconocía a enero de 2016.
En la posición contraria a unas posibles primarias se encuentra el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo y la aragonesa Luisa Fernanda Rudi, que apoyan abiertamente el modelo de compromisarios. En la misma línea se encuentra el PP andaluz. Pese a que su presidente, Juan Manuel Moreno, fue a quien la dirección encargó en la conferencia política la argumentación a favor del voto de las bases, su postura ahora es que la experiencia en otros partidos demuestra que las primarias están "devaluadas". Su planteamiento, según fuentes populares, es continuar con el sistema de delegados pero introduciendo mecanismos de corrección para que puedan ser compromisarios los militantes de las zonas rurales, en ocasiones orillados por el peso de los núcleos urbanos.
Con información de El Mundo de España