La Guardia Civil española triplicó en 2016 el número de operaciones antiyihadistas (13) y duplicó el número de detenidos (25), con respecto a las cifras obtenidas en 2014, ante la suma de nuevos perfiles de riesgo, como es el caso de menores.
Según aseguró a Efe el jefe de la unidad de lucha contra el terrorismo yihadista del Servicio de Información de la Guardia Civil, el teniente coronel Francisco José Vázquez, ya no solo preocupan los españoles que viajan a Siria o Irak, sino los que se radicalizan en el país para actuar dentro de sus fronteras.
No obstante, Vázquez asegura que España no está en el primer nivel de riesgo de amenaza del Dáesh (Estado Islámico por su acrónimo en árabe), pero no por eso bajará la guardia con la llegada de 2017, que se espera como un año de respuesta penal a los esfuerzos policiales.
Vázquez observa un fenómeno "cada vez más en auge", el de los "homegrown", los radicalizados que ya no son instados a viajar a Siria, sino a quedarse en España.
Según explica Vázquez, de no ser detectados, podrían culminar su proceso de radicalización perpetrando alguna acción violenta.
En cuanto al papel que ocupan las mujeres en este tipo de organizaciones, el teniente coronel explica que enEspaña su labor se circunscribe a viajar a zonas de conflicto para contribuir a la consolidación del "Califato" o para "soporte" y "consuelo" de los terroristas.
Las mujeres conforman uno de los perfiles en los que se evidenció una mayor voluntad de "retorno", algo que preocupa a los investigadores, que desconocen si este proceso obedece a una huida de la guerra o si regresan para ser "utilizadas operativamente" por el Estado Islámico.
El abanico de la peligrosidad se abre más con otro grupo de riesgo: los menores, que "cada vez cuentan con una presencia más notoria" en el escenario radical, subraya a Efe Vázquez, quien añade otro ingrediente al cóctel de los perfiles a los que prestar atención: los retornados.
Vázquez avisa del repunte en un futuro muy próximo de estos últimos, ya que la situación en Siria e Irak es cada vez más complicada y existe un "grave riesgo" de que la meta que quieran alcanzar sean sus países de origen.
Según barajan los investigadores, unos 200 españoles engrosan la lista de combatientes del Estado Islámico, con un potencial de peligro evidente por lo que hayan podido hacer y aprender en Siria y que cuentan con una causa judicial abierta en nuestro país y pueden ser detenidos si son identificados y localizados.
Con información de: EFE