El voto de los gallegos que viven en América Latina tendrá peso en las elecciones autonómicas que se celebran este domingo, día 25, una región tradicionalmente conservadora.
Galicia es considerada un feudo de la derecha española toda vez que sus presidentes autonómicos han gobernado esta comunidad durante 27 de los últimos 34 años.
Primero fue el partido Alianza Popular, liderado por el histórico Manuel Fraga (1922-2012) y, más tarde, por el actual Partido Popular, a cuyo frente está el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, por cierto, gallego.
En la región, el número total de electores pasa de los 2.700.00, de los que casi 450.000 (aproximadamente un 16,5 por ciento), son residentes en el extranjero, la inmensa mayoría en América Latina.
Del total inscrito en el Censo de Residentes Ausentes, hay cerca de 157.000 gallegos en Argentina, unos 40.000 en Venezuela y otros 37.000 en Cuba.
Todas las encuestas previas a los comicios que se celebran este domingo adelantan una nueva victoria del Partido Popular por mayoría absoluta.
Su candidato, el actual presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, obtendría entre 39 y 41 diputados autonómicos en un Parlamento de 75, con lo que superaría la barrera de la mayoría absoluta, situada en 38 escaños.
El segundo partido sería la coalición izquierdista En Marea, una suma de fuerzas políticas de reciente creación que, con entre 16 y 18 asientos, desplazaría a los socialistas hasta la tercera posición, con 13 o 14 escaños.
En el cuarto y el quinto puestos estarían los nacionalistas del BNG (Bloque Nacionalista Gallego) y los liberales de Ciudadanos, cuarta fuerza a nivel nacional.
El domingo se celebran, asimismo, las elecciones en el País Vasco, donde también puede repetir como presidente el nacionalista Iñigo Urkullu, dirigente del histórico Partido Nacionalista Vasco (PNV).
La atención de los analistas políticos está puesta no sólo en las elecciones regionales sino en determinar hasta qué punto sus resultados pueden influir para desbloquear la situación política en España, donde el Gobierno lleva nueve meses en funciones.
Con información de EFE