El Gobierno relevará a Federico Trillo como embajador en Londres, según fuentes de Exteriores, que desvinculan este cese del dictamen del Consejo de Estado que responsabiliza por primera vez al Ministerio de Defensa, que él entonces dirigía, del accidente del Yak-42, en el que murieron 62 militares españoles que regresaban de Afganistán el 26 de mayo de 2003. Las citadas fuentes inscribieron el relevo de Trillo en la sustitución a lo largo de este año de más de 70 embajadores que han cumplido ya su mandato.
El reglamento de la carrera diplomática fija en un mínimo de tres y un máximo de cinco años el mandato de los embajadores. Trillo fue nombrado en marzo de 2012, por lo que ya lleva casi cinco años al frente de la legación española en Londres.
Sin embargo, esta limitación solo afecta a los miembros de la carrera diplomática y no a Trillo, que es un político. Nada le hubiera impedido seguir indefinidamente en Londres, con el pretexto de la negociación del Brexit, o cambiar de embajada. Aunque no es normal que un político encadene dos embajadas, existe algún precedente: el socialista Luis Planas fue embajador en Marruecos y ante la UE.
De hecho, Trillo se había postulado como embajador en Washington, según fuentes diplomáticas, pero Rajoy optó para este puesto por el también exministro de Defensa Pedro Morenés. Su periodo en Londres se daba por acabado y el anterior ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo —que ya se opuso en 2012 a que fuera embajador en EE UU— sacó a concurso la plaza de Londres en octubre de 2015, con indicación de que el relevo debía producirse en marzo de 2016. El principal candidato a sustituirlo era el actual ministro de Exteriores y entonces representante permanente ante la UE, Alfonso Dastis.
Con información de El País