Hace un año, el 20 de marzo de 2016, el entonces presidente Barack Obama realizó la primera visita a Cuba de un mandatario estadounidense en funciones después del castrismo.
Kirenia Yalit Núñez, presidenta de la independiente Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana, habló con Radio Martí sobre las relaciones con Estados Unidos, y opinó que tras la visita cada vez más cubanos se dan cuenta que los cambios deben venir de dentro de la isla.
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Núñez opina que la importancia del viaje de Obama habría que buscarlo más bien en un terreno simbólico y que al inicio creó grandes expectativas entre la población isleña, pero que con la derogación de la política "pies secos, pies mojados" las simpatías por el mandatario cambiaron abruptamente.
Por su parte, el director del Centro de Políticas Públicas Libertad y Desarrollo, Hidelbrando Chaviano, dijo en La Habana que muchos cubanos pensaron erróneamente que todo iba a mejorar tras la reanudación de las relaciones con Estados Unidos, pero que la realidad mostró otra cosa.
Chaviano, al reflexionar sobre el aniversario de la visita que hizo el presidente estadounidense a Cuba, agregó que sus intenciones pudieron haber sido buenas, pero que lo único que dejó fue una gran frustración en el pueblo, que malvive sin esperanza alguna.
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Pocos visitantes extranjeros han desatado las expectativas de los cubanos como hizo Barack Obama en su viaje a La Habana, pero para el campesino Alcibíades Silva, de San Benito del Crucero, en el municipio santiaguero de Songo La Maya, todo eso ya quedó en el olvido y con un sabor amargo.
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