Estados Unidos reportó cerca de 80,000 muertes por sobredosis de drogas en 2024, lo que representa una reducción del 27% en comparación con las aproximadamente 110,000 muertes registradas en 2023, según datos preliminares de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Esta es la mayor caída interanual documentada en los 45 años de recopilación de datos sobre sobredosis en el país.
Aunque la cifra muestra un avance significativo, las muertes por sobredosis aún superan los niveles previos a la pandemia de COVID-19, manteniendo la crisis como la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 44 años.
Los opioides sintéticos, especialmente el fentanilo, continúan siendo responsables de la mayoría de los fallecimientos, aunque también se registraron disminuciones en muertes relacionadas con metanfetaminas y cocaína.
El descenso se atribuye a varios factores, entre ellos la mayor disponibilidad de naloxona, un medicamento que revierte sobredosis, la expansión de tratamientos para la adicción y la inversión de miles de millones de dólares provenientes de acuerdos legales con farmacéuticas para fortalecer programas estatales y locales de prevención.
Sin embargo, expertos advierten que la reducción podría frenarse si se recortan fondos federales o se relajan las políticas de prevención y tratamiento, por lo que llaman a mantener y reforzar los esfuerzos para evitar un repunte en las muertes por sobredosis.
Esta tendencia, aunque alentadora, subraya la necesidad de continuar con estrategias basadas en evidencia para enfrentar una crisis que sigue afectando a millones de personas en Estados Unidos.