Desde el pasado 9 de julio Sudáfrica vive el estallido social más importante desde 1994. Durante las últimas jornadas se han registrado una serie de violentos disturbios y saqueos cuyo saldo hasta el momento asciende a 212 fallecidos y más de 1.200 arrestos.
El Político
Para entender cómo llegó esta nación a los episodios registrados en los últimos días, el portal Infobae preparó cinco claves de contexto:
Encarcelamiento del expresidente Jacob Zuma
Jacob Zuma es un dirigente amado por muchos por su imagen de “presidente del pueblo” y odiado quizás todavía más por sus grandes escándalos de corrupción. La entrada en prisión del penúltimo jefe de Estado sudafricano fue el detonante de las primeras protestas. Estas luego degenerarían en oleada masiva de criminalidad.
Zuma, de 79 años, fue condenado a finales de junio por desacato judicial. El dirigente se negó repetidamente a declarar por corrupción. Aunque se entregó pacíficamente “in extremis” en la noche del 9 de julio, antes insisitió en que es víctima de una persecución político-judicial. También dijo que la pena de prisión será para él una “sentencia de muerte” por su edad y su salud.
Problemas socio-económicos de Sudáfrica
A más de 27 años del fin del sistema de segregación racista del “apartheid”, Sudáfrica lidia aún con las heridas heredadas de aquella época. Estas afectan de manera mucho más profunda a la población negra.
De acuerdo con datos del Banco Mundial, este país se mantiene como el país más desigual del mundo. El desempleo permanece paralizado en torno al 30% desde hace años y más de la mitad de la población vive en la pobreza.
Pandemia del Covid-19
La pandemia del Covid-19 se vivió de manera especialmente agresiva con Sudáfrica. No solo es el país con más casos y muertos del continente; sino que durante mediados de 2020 estuvo además entre las cinco naciones del mundo más golpeadas.
El dominio de la variante beta en la segunda ola y de la delta en la presente tercera gran curva epidémica han obligado al país a imponer de nuevo y mantener las restricciones duras. La vacunación, como en el resto del continente africano, avanza aún muy lenta.
Índices de criminalidad
Sudáfrica es un país con graves problemas de criminalidad general, especialmente en las grandes ciudades. Entre 2019 y 2020, la nación venía registrando una media de 58 asesinatos al día y estas cifras mantienen una tendencia al alza desde hace una década.
Además de ese factor, la transformación de protestas y estallidos de violencia puntuales en oleadas de saqueos es un fenómeno relativamente frecuente; si bien en menor magnitud que en los pasados días. El último gran precedente fueron los disturbios xenófobos que se vivieron en septiembre 2019 y que dejaron al menos 12 muertos.
Errores en inteligencia de Sudáfrica
El Gobierno de Sudáfrica insiste en que el caos de los últimos días es producto de un “sabotaje económico”. Igualmente apunta a que la violencia fue orquestada e instigada para desestabilizar el país.
En ese sentido, los medios locales colocan en el centro de las investigaciones a familiares, exespías y veteranos militarizados afines a Zuma. Asimismo, cuestionan hasta qué punto la influencia del expresidente en la inteligencia sudafricana pudo impactar en la ineficiente respuesta de las sobrepasadas fuerzas de seguridad.