El presidente, Joe Biden, asumió el poder en medio de una grave crisis de salud, un galopante desempleo y una sociedad altamente polarizada, pero es hora de hacer un balance de su primer mes de gestión.
El Político
Al cumplir su primer mes en la Casa Blanca, Biden busca demostrar que su presidencia será un volantazo, tanto en estilo como en sustancia.
Desde el primer día, Biden ha hecho un llamado al bipartidismo y ha adoptado medidas para borrar el legado de su antecesor, el ahora expresidente Donald Trump, reportó El Tiempo Latino.
La tradición en los medios es medir la eficacia de un nuevo presidente en sus primeros 100 días en el poder, en parte porque cada mandatario demócrata o republicano suele enumerar promesas para durante ese período.
Balance de Biden con la salud
La pandemia del COVID-19 se ha cobrado la vida de 490 mil personas en EEUU, y al menos 28 millones se han infectado. Aunque la distribución de las vacunas de Pfizer y Moderna ha mejorado, aún no responden adecuadamente a la demanda.
Cerca del 12% de la población ha recibido la primera dosis de la vacuna, pero EEUU aún no puede cantar victoria: sigue rezagado en su campaña de vacunación respecto a países como Israel, los Emiratos Árabes Unidos y el Reino Unido.
“Es probable que veamos 100 millones de vacunados en los primeros 100 días de la nueva administración, debido a que esta ha tomado pasos para agilizar la entrega de suministros” a los estados y ampliar los centros y proveedores de las vacunas, afirmó Jen Kates, directora de salud global de la Kaiser Family Foundation.
“Hay muchos retos por delante porque todavía hay mucha confusión sobre el proceso y mucha gente espera su turno. Los estados intentan mejorar un proceso muy caótico y enfrentamos una lucha contrarreloj mientras surgen nuevas variantes del virus”, advirtió.
Balance económico de Biden
El mercado laboral sigue estancado y aunque la tasa de desempleo bajó de 6,7% a 6,3% el mes pasado, ese leve descenso, según economistas, se debe a que muchos han dejado de buscar empleo.
El reto inmediato de Biden es que el Congreso apruebe un plan de estímulo de $1,9 billones, que incluirá cheques directos por $1,400 y un aumento de $400 en fondos federales para los desempleados.
La reapertura de los negocios y eventual recuperación económica no podrá ocurrir sin un avance sustancial en la campaña de vacunación contra el COVID-19.
Por otra parte, Biden también promueve un aumento del salario mínimo federal de $7,25 la hora a $15 la hora para el 2025, pero no está claro si el Congreso lo aprobará.
Tema migratorio
Biden emitió numerosas órdenes ejecutivas para revertir la política migratoria de la Administración Trump, incluyendo el freno a la construcción del muro fronterizo, una moratoria a las deportaciones; la reorganización de prioridades de deportación, y la eliminación de los “acuerdos de cooperación” que EEUU suscribió en 2019 con Guatemala, El Salvador y Honduras.
También ha comenzado el procesamiento de alrededor de 25 mil personas con casos de asilo pendientes y que fueron devueltas bajo el programa “Quédate en México” (MPP, en inglés) a ese país a esperar allí su cita en los tribunales.
Además de desmantelar el MPP, Biden creó un Grupo de Trabajo para facilitar la reunificación de familias separadas en la frontera sur; como parte de la política de “tolerancia cero” que impuso brevemente la Administración Trump en 2018.
Su gran reto será que el Congreso apruebe su proyecto de ley de reforma que permitiría la legalización de toda la población indocumentada.
Biden y su política exterior
Biden prometió un mejor acercamiento a sus aliados y respuestas multilaterales a retos comunes, el respeto a los tratados internacionales; la promoción de los derechos humanos, y la rendición de cuentas de regímenes autoritarios.
Es decir, su política exterior sería la sepultura de la doctrina “EEUU de primero” (“America First”) que impuso Trump.
En el caso de América Latina, la Administración Biden ha dicho que buscará forjar nuevas alianzas en la región, poniendo énfasis en asuntos relacionados con el fomento del desarrollo económico; la lucha contra la corrupción; el combate al narcotráfico y el crimen organizado; y la defensa de los derechos humanos y las instituciones democráticas.
Balance con el Cambio Climático
Biden reincorporó a EEUU al “Acuerdo de París” de 2015 con el que 195 naciones se han comprometido a combatir el cambio climático; declaró una moratoria en nuevas licitaciones para la exploración de petróleo y gas natural en terrenos públicos; canceló el oleoducto Keystone XL, y restableció más de un centenar de regulaciones ambientales.
Biden prometió que su gobierno combatirá el cambio climático “como nunca se ha hecho antes”; si bien reconoció que muchas de sus prioridades ambientales requerirán el sello del Congreso para que sean duraderas.
“Desde el primer día, el presidente Biden ha demostrado cuan en serio se toma la amenaza del cambio climático y cuan ansioso está por tomar las acciones urgentes y audaces necesarias para abordar la crisis y construir una economía más fuerte que genere empleos sindicales de energía limpia bien remunerados”, dijo Antonieta Cádiz, portavoz del grupo ecologista Climate Power.
“A partir de acciones ejecutivas innovadoras sobre justicia ambiental, reducir emisiones y liderazgo climático global; Biden ya está tomando medidas fuertes para crear un futuro de energía limpia”, aseguró.