Enrique Santiago, una de las figuras que ayudó a la consolidación del régimen bolivariano en Venezuela y a generar los peligrosos nexos con la política española hoy en el poder, es el hombre de confianza del PSOE para gestionar la crisis del Covid-19.
Primer Informe / El Político
El partido de Pedro Sánchez vetó, este 7 de mayo, a VOX dentro de la Comisión de «Reconstrucción» del Congreso ante la crisis del coronavirus. La jugada busca dejar fuera a los representantes del partido de Abascal para poner a Santiago, abogado de las FARC y asesor del chavismo.
Santiago, quien asumiría como vicepresidente de la Comisión del coronavirus, es el actual líder del Partido Comunista y diputado de Unidas Podemos que tiene una trayectoria en la que destacan los servicios que prestó al grupo narco terrorista colombiano FARC, además de las asesorías que éste también habría prestado al régimen de Hugo Chávez en Venezuela.
Con la jugada que acaban de hacer los socialistas, la nueva Comisión queda conformada por Patxi López, como presidente, Enrique Santiago (Unidas Podemos) y Guillermo Mariscal (PP) como vicepresidentes, y María Luz Martínez Seijo (PSOE) e Isabel Borrego (PP) como secretarias.
Comunismo puro y duro en el gobierno español
La influencia de este personaje en el gobierno de Sánchez ya venía ocurriendo desde finales del 2019, cuando el PSOE corría para armar su gobierno antes de iniciar el 2020, Santiago trazó la primera hoja de ruta con Podemos que acabaría convirtiéndose en el actual Gobierno. El hecho fue celebrado con una fotografía que fue bautizada como ‘la foto de la verguenza’.
Medios españoles han reportado en varias ocasiones el peligro que implica la presencia de Enrique Santiago en el centro de la política española, por su actuación como hombre clave en la negociación del proceso de paz en Colombia, destacando por ser uno de los asesores de las FARC. Desde ese momento fue fichado por Pablo Iglesias por sus dotes como negociador para acercar las posturas de Podemos y el PSOE.
Santiago, quien se suele apoyar en público una salida violenta a la Monarquía española, es un alto admirador de las dictaduras históricas comunistas de Latinoamérica y ha prestado -no sin jugosos contratos-, sus maquiavélicos talentos en la politica, para ayudar a sostener los recientes y actuales gobiernos de izquierda en Latinoamérica.
Su admiración por la Cuba de Fidel Castro y la Venezuela de Chávez y Maduro la ha dejado clara en cada oportunidad que tiene, a lo que se suma su consolidada defensa de Evo Morales, quien ya no está en el poder en Bolivia.
«Cuba es el país con más esperanza de vida en América, más que Estados Unidos», ha declarado Santiago, al igual que sobre Venezuela repite el discurso chavista de que se trata de «el país de América Latina que más elecciones ha celebrado en los últimos 20 años», sin embargo no tiene respuestas públicas sobre las denuncias de fraude del régimen venezolano y el apoyo de más de 60 países al presidente interino, Juan Guaidó.
Para el asesor de las FARC, lo más importante del régimen chavista-madurista es que «ha conseguido mantener un proceso revolucionario a pesar de un brutal acoso internacional», sin analizar la responsabilidad de los líderes izquierdistas en la debacle de un país como Venezuela.
Fuente: Primer Informe